El municipio extremeño de Casar de Cáceres ha derribado una cruz dos meses después e haber tomado la decisión en el pleno del Ayuntamiento, impulsada por el alcalde de la localidad y la Diputación de Cáceres.
El alcalde del municipio, Rafael Pacheco (PSOE), ha explicado en declaraciones a El Periódico Extremadura que los operarios municipales «han cortado el símbolo cristiano de su base y lo han cargado en un camión, usando para ello una grúa».
La cruz ha sido trasladada a un cementerio.
La decisión está basada en la Ley de Memoria Histórica, pero el caso está siendo discutida en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Cáceres, gracias a la acción de la Asociación Española de Abogados Cristianos.
La organización de juristas asegura que “la Cruz no incumple con la Ley de Memoria Histórica ya que no contiene ni ninguna inscripción”.
“Lo que está ocurriendo en Cáceres es una auténtica persecución a los símbolos religiosos», señala Polonia Castellanos, presidenta de la asociación. Recuerda además que “ya existe jurisprudencia de varios Tribunales Superiores de Justicia de otras Comunidades Autónomas que obligan al mantenimiento o restitución de las cruces”. Destaca el caso de la Cruz de los Caídos del Monte del Castro en Vigo o la de Buñuel. En ambos casos, los Tribunales de sus respectivas regiones se pronunciaron a favor de mantener la Cruz.
Abogados Cristianos lamenta que el juzgado no atendiera su solicitud de medidas cautelares porque la cruz se iba a mantener «intacta».
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