Rita Maestre, durante el asalto a la capilla de la Universidad Complutense
Rita Maestre, durante el asalto a la capilla de la Universidad Complutense

Rita Maestre y el resto de atacantes que asaltaron la capilla de la Complutense no querían reivindicar una universidad laica sino que su verdadero objetivo era el intimidar y ofender a los que allí rezaban.

Formaban un “grupo de odio” cuyo fin era acabar con todo aquel que no piensa como él. Esto es lo que se desprende del informe pericial psicológico que presentó el Centro Jurídico Tomás Moro en el juicio contra la ahora portavoz del Ayuntamiento y que ha sido admitido como prueba documental.

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Pablo Iglesias y todo su partido han hecho una defensa cerrada de Maestre y han justificado en todo momento el asalto como algo espontáneo que surgió de la nada. Sin embargo, el informe desglosa de manera pormenorizada la violenta forma de actuar de los asaltantes.

Estaban perfectamente organizadas al más puro estilo paramilitar, con una jerarquía y un uniforme determinado. Buscaban un trofeo que llevarse de la capilla y su ánimo lejos de ser reivindicativo era intimidatorio y ofensivo.

La actuación de Rita Maestre y sus chicas se encuadra, según la pericial, en lo que en Psicología se denominan “grupos de odio” y que definen a bandas callejeras, grupos de skin heads o racistas como el Ku Klux Klan.

Estos son los seis puntos principales del informe psicológico que muestran la verdadera naturaleza de las asaltantes a la capilla del campus de Somosaguas:

1. No fue algo espontáneo

El informe pericial admitido como prueba comienza con un dato clave que desmontaría la defensa de Rita Maestre: “el carácter deliberado de la denominada performance”.

Los asaltantes marchaban paramilitarmente en columnas de a dos, y también de a tres

En las imágenes del asalto se puede ver que “el avance (de las feministas) queda bien estructurado, en su vanguardia y eje central, por hileras que sincrónicamente marchan paramilitarmente en columnas de a dos, y también de a tres”.

Este hecho no sólo demuestra la organización previa sino “la voluntad de adhesión a un plan de marcha preconcebido”. Lo mismo ocurre con la fila de vanguardia, que marcaba las consignas a vocear por el resto de la columna. “Se advierte nuevamente un proceder sistematizado y muy estructurado, que refuta cualquier atributo de espontaneidad”, dice el informe psicológico.

Estudio pericial sobre el asalto a la capilla de la UCM en el que participó Rita Maestre /Actuall

2. Uniformes y coreografías preparados con antelación

Si la marcha hasta la capilla tuvo un orden paramilitar, la uniformidad en el vestir acentúa aún más este carácter marcial. La pericial afirma que este uniforme, que consistía en un pañuelo morado alrededor de la cabeza, era “un signo distintivo de identificación y compromiso grupal”, que volvía a anular el argumento de la espontaneidad defendido por Rita Maestre.

Pero si importante era el atuendo prácticamente más fue la coreografía desarrollada durante el asalto, que según el informe presentaba un “fuerte grado de grado de estructuración”.

Cómo rodearon el altar, la división de papeles en la lectura del manifiesto y las pintadas que varias de las atacantes se habían hecho en sus cuerpos con lemas e insultos muestran la “evidente homogeneidad de actuación y sincronía”.  Todo ello queda atestiguado por las imágenes y vídeos así como los testimonios de los testigos que se encontraban en la capilla.

Estudio pericial sobre el asalto a la capilla de la UCM en el que participó Rita Maestre /Actuall

Rita Maestre y el resto de feministas buscaban «una satisfacción sádica individual de la agresión»

3. La búsqueda del “botín y trofeo”

El asalto fue en todo momento grabado por los asaltantes a través de audio y vídeo. Incluso hubo una cámara con trípode que captó todos los detalles, demostrando una vez más “la división organizada de funciones”. El informe añade además que los atacantes tenían una voluntad de “botín y trofeo” a través de unas imágenes que buscaban una “satisfacción sádica individual de la agresión que en sí misma supone el ultraje de la filmación no consentida del otro”.

Por todo ello, el psicólogo indica que con todo esto “se acredita el ánimo de amedrentar” y de la “posterior observación vicaria del terror infligido, valores que devienen reforzantes dentro de la violencia subcultura grupal”.

4. Un ánimo “intimidatorio” evidente

El informe pericial indica que el ataque tenía no sólo como objetivo a la Iglesia Católica como institución sino que se concretó sobre todo en las personas que se encontraban rezando en ese momento. Y Maestre junto con sus compañeras lo hicieron a través de “explícitas amenazas de perjuicio contra personas” con consignas como “arderéis como en el 36” o “vamos a quemar la Conferencia Episcopal”.

Buscaban ante todo atacar «aquello que se valora como sacrílego y ofensivo para el otro”

También en las pintadas que se habían hecho en sus torsos desnudos se mostraba este ánimo intimidatorio. Sin embargo, fue el momento elegido el que evidencia de mejor manera el objetivo de las asaltantes. Se produjo mientras los jovenes presentes en la capilla rezaban en silencio, lo que provocó un “efecto psicológico de temor”.  lLa prueba es que eso causó llanto en alguna de las víctimas, vivencias agudas de temor así como secuelas post-traumáticas como insomnio y ansiedad.

La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre/Fuente:EFE.
La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre/Fuente:EFE.

5. Un objetivo claro de “ofender”

La coreografía elegida así como los lemas que corearon buscaban ante todo atacar «aquello que se valora como sacrílego y ofensivo para el otro”. Y es que en la capilla, en la que estaba el Santísimo expuesto, se gritaron frases blasfemas como “Me cago en Dios” o “Me cago en la Virginidad de María”, gravemente ofensivas para cualquier católico.

A ello habría que sumar el que varias de ellas se desnudaran en un lugar sagrado para los católicos, “evidenciándose –según recoge el informe- el ánimo ofensivo a través del propósito provocador”.

6. Tácticas típicas de los “grupos de odio”

La forma de actuación y su determinación para humillar al “enemigo” se asemeja en sus características de los denominados “grupos de odio”, que en este caso se expresa de manera concreta en un odio religioso.

El asalto a la capilla se asemeja mucho a la forma de actuación del Ku Klux Klan cuando irrumpían de manera intimidatoria en los oficios religiosos de las comunidades negras

Los jovenes que estaban en la capilla fueron grabados de manera individual por parte de los asaltantes y les hicieron primeros planos de sus caras para registrar su identidad. Esta práctica se asemeja, según la pericial, “en el campo de los modos y maneras actuacionales característicos del abuso, maltrato y ‘matonismo’ propio de los grupos de odio”.

El informe pericial señala como antecedente remoto de este tipo de grupos y de actuaciones el actuar del Ku Klux Klan, “en sus fases de gestación, cuando sus miembros, uniformados y de manera coordinada, irrumpían de manera intimidatoria en los oficios religiosos que celebraban las congregaciones de fieles de las comunidades negras».

Estudio pericial sobre el asalto a la capilla de la UCM en el que participó Rita Maestre /Actuall

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Nacido en Madrid pero natural de Ocaña se licenció en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Sus primeras incursiones periodísticas las hizo en la prensa local y regional, hasta que llegó a la Agencia EFE. Poco después inició una nueva aventura en Libertad Digital, diario en el que aterrizó en 2008 y del que fue redactor jefe y responsable de la información religiosa. Es articulista habitual de Religión en Libertad y ha colaborado en otros medios escritos como Revista Misión o El Medio y audiovisuales como esRadio e IntereconomíaTV.