La iglesia anglicana de San Andrés, en Londres, ha desatado la polémica tras acoger en su interior un desfile de moda satánico, en el que distintos modelos desfilaron vestidos como demonios y acompañados de abundantes símbolos satánicos.
La diseñadora, Dilara Findikoglu, de la que se dice que es una «rebelde del mundo de la moda», afirma estar en perfectamente sintonía con la filosofía de la industria.
Asimismo, asegura que está inmersa en temas de «parasicología y todo lo relacionado con lo oculto, así que cuando leía libros del tema, pensaban que iba a ser una satanista».
Los modelos desfilaron con prendas estampadas con calaveras, fuego, algunos semidesnudos y otros con pentagramas dibujados en el rostro, en una escenografía de clara inspiración satánica.
Algunos medios han propalado la información errónea de que se trataba de un templo católico
Diversos medios de información transmitieron la información erróneamente indicando que se trataba de una Iglesia Católica. Entre ellos la revista Vogue, y posteriormente algunas web de noticias protestantes.
El blog anglicano Archbishop Cranmer publicó un artículo en protesta titulado ‘Why is the Church of England hosting a Satanic Fashion Show?’ (¿Por qué la Iglesia de Inglaterra aloja un espectáculo de modas satánico?), en el cual pregunta si el obispo de Fulham, Jonathan Baker Bishop, estaba al tanto del espectáculo.
Además, indica que «cómo pudo ser posible que un espacio sagrado fuese usado por algo que solo puede ser descrito como una alabanza a Lucifer».
En un comunicado remitido al sitio web británico de noticias cristianas Premier, un portavoz de la diócesis anglicana de Londres se disculpó por el espectáculo, alegando que «fue obviamente un error» y que «el contenido de este show no refleja la fe cristiana de la iglesia».
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