Algo público y notorio –tan evidente como la luz del sol- es el hecho de que la coalición social-comunista que, bajo las órdenes de Pedro Sánchez, desgobierna España se ha propuesto expulsar a la comunidad benedictina del Valle de los Caídos.
Y si acaso sus planes tuviesen éxito pretenden convertir lo que ahora es un sacro recinto en un frio Museo de la Memoria Histórica. Y si también fuese posible dinamitar la gigantesca Cruz que, con sus 150 metros de altura, es la más grande del mundo.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraComo en los peores tiempos de la persecución religiosa emprendida durante la II República Española.
Han sido tantas las voces de protesta que empiezan ya a verse resultados positivos: La Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid ha iniciado los trámites para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) tanto la Escolanía del Valle de los Caídos como la Escolanía del Monasterio del Escorial.
La declaración de la Escolanía como BIC supone una protección para la comunidad benedictina y se produce pocos días después de que el gobierno radicalizara su posición.
Un logro de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad madrileña, quien, de este modo, ha demostrado ser una mujer de agallas que no se doblega ante las presiones aun cuando –como parece que ocurre en este caso- provengan de sus propios correligionarios que militan en las filas del Partido Popular (PP)
Una buena noticia sin lugar a dudas puesto que les da un respiro a los piadosos y trabajadores monjes que dirige el Padre Santiago Cantera O.S.B.
No obstante, consideramos que, aunque se ha ganado la batalla, aún no se ganó la guerra puesto que la espada de Damocles pende aún sobre la cabeza de la comunidad benedictina.
Sí, ciertamente, que la Escolanía de la Abadía de la Santa Cruz que cuenta con 40 niños entre los 8 y los 16 años parece haberse salvado.
Pero, preguntamos nosotros… ¿significa eso que se han salvado también la Abadía y la Cruz monumental?
Como bien dijo el Padre Santiago Cantera, esta decisión de la Comunidad de Madrid “es un avance notable” pero no es suficiente.
Lo ideal sería que, aparte de la Escolanía, sean también declarados Bienes de Interés Cultural (BIC) tanto la Basílica como la Cruz.
Y es que la Escolanía puede seguir existiendo fuera del Valle ya sea yéndose a Vallecas, a Pozuelo de Alarcón, Alcalá de Henares o cualquier otro punto de la comunidad madrileña.
Repetimos: Lo importante es la Basílica con su Cruz que son los dos elementos que a toda costa pretenden destruir Pedro Sánchez y sus cómplices.
Aquí la clave se encuentra en lo que decida la Iglesia pues, como bien dijo hace días monseñor Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) “es la Iglesia Católica quien ha de decidir quien la atiende”
Y al decir esto nos introducimos de lleno en un espinoso tema que tiene implicaciones internacionales puesto que afecta a las relaciones entre España y la Santa Sede.
A reserva de que expertos en el tema lo expliquen mejor que nosotros, consideramos que no es fácil que, de buenas a primeras, un gobierno incumpla de manera unilateral lo que se firmó en un Tratado Internacional.
Es aquí donde monseñor Luis Argüello debe actuar con presteza o sea, como popularmente se dice “removiendo Roma con San Pedro” aprovechando los contactos que tiene en el Vaticano y no parar hasta que desde Roma venga la solución definitiva la cual, en justicia, no puede ser otra que la de dar todo su apoyo a los benedictinos del Valle de los Caídos.
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