a líder del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen
La líder del Frente Nacional (FN), Marine Le Pen / EFE

¡Feliz jueves, actuallers!

La estrategia de la candidata del Frente Nacional para atraer el voto femenino puede estar funcionando; el Gobierno autoriza la «manifestación por la libertad» del próximo domingo en Madrid; despiden a un periodista en Perú por participar en la marcha de las familias, y otras historias que te ayudarán a mejorar el mundo este 9 de marzo, día de Santa Francisca Romana.

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La brecha entre hombres y mujeres puede estar cerrándose en el apoyo electoral a Marine Le Pen, la candidata de la extrema derecha en las Presidenciales francesas de abril-mayo.

El Frente Nacional estaría dejando de ser el “partido de hombres” que era cuando lo dirigía Jean-Marie Le Pen, para convertirse en una opción más atractiva para las mujeres. Así lo observa Quartz en este interesante análisis, que descubre que la estrategia de la líder del Frente Nacional para atraer el voto femenino podría estar funcionando.

Los datos son elocuentes: mientras los partidos de la llamada “derecha alternativa” en Holanda, Suecia, Alemania o Austria siguen siendo “opciones de hombres”, con dificultades para crecer debido al escaso apoyo femenino –según los sondeos de opinión–, Marine Le Pen proyecta un sólido 26% de votos de ambos sexos en los sondeos de cara a la primera ronda de las Presidenciales. Si se confirma, estaremos ante un comportamiento nuevo del electorado.

¿Qué está haciendo Marine Le Pen para cerrar la brecha? En primer lugar –observa Aamma Mohdin en Quartz– está hablando de un tema tabú para la izquierda: el impacto del fundamentalismo islamista en los derechos de las mujeres francesas. La candidata del Frente Nacional se negó a ponerse un hiyab para reunirse con el líder religioso de los suníes en el Líbano. “Me preocupa que la crisis de la inmigración signifique el principio del fin de los derechos de las mujeres”, ha dicho la señora Le Pen, madre de tres hijos, dos veces divorciada.

Su apoyo al aborto en ciertos casos, su ruptura con los tics anti-semitas y homófobos de su padre, o su identificación con causas históricamente asociadas a la izquierda, como la de los derechos LGTB, están cambiando la percepción del electorado: según el barómetro anual de TNS, en los años 90 del pasado siglo, un 75% de los franceses veía el Frente Nacional como “un peligro para la democracia”, mientras que ese juicio bajó a un 54% en 2015.

El atractivo de la señora Le Pen para las mujeres sugiere que la cuestión del multiculturalismo en Europa representa la única línea de fractura entre los extremos del arco ideológico. La señora Le Pen estaría consiguiendo, de acuerdo con este análisis, conectar con una inquietud que la izquierda está dejando de lado en aras de su tradición multiculturalista. Esa inquietud es la de convivir en Europa con comunidades islámicas que niegan la igualdad de derechos de hombres y mujeres.

La otra conclusión que deja esta fotografía ideológica de la candidata del Frente Nacional es que la imagen de su discurso que se proyecta fuera de Francia está desenfocada. No es la hidra reaccionaria que el discurso progresista dibuja a brochazo limpio; tampoco, esa Juana de Arco que la marginal “derecha alternativa” pretende canonizar en España, a ver si así, arrimándose, se consigue la pedrea de un escaño tradicionalista en el próximo Parlamento.

A izquierda y derecha, no te están diciendo la verdad sobre quién es, qué piensa y qué causas defiende la señora Le Pen.

Que la izquierda yerre o mienta en sus análisis, no es ninguna novedad. Que la derecha cristiana haya renunciado a sus restricciones éticas para manipular a la opinión pública con los métodos revolucionarios, sí lo es.

Los conservadores no quieren ir de la mano de los liberales, y los liberales ven a los conservadores como unos parias apestosos. Pero, no puede haber una sociedad de personas libres sin que sea, al mismo tiempo, una sociedad en la que el orden de las instituciones espontáneas como la familia, el derecho a la vida, la propiedad privada o la libertad religiosa sea la línea roja infranqueable frente al poder del Estado. Y tampoco puede haber un orden social justo en el que la tradición se imponga a la libre determinación del individuo.

Lo cual lleva a la conclusión de Jon Juaristi en un reciente artículo para el diario español ABC: no existe un discurso católico original, intelectualmente solvente, para hacer política en la España del siglo XXI. Y quien dice España, dice Europa.

No se me ocurre un terreno más fértil para la eclosión de los populismos de derecha y de izquierda.

QUÉ MÁS

Despiden a un periodista en Perú por criticar la reforma educativa. Phillip Butters fue despedido de Radio Capital, donde hacía un programa diario, por participar en la marcha de las familias del pasado fin de semana. Los organizadores pidieron al presidente Pedro Pablo Kuczynski que retire la nueva ley de Educación que instala la perspectiva ideológica de género en el currículo escolar. (Actuall)

Habrá “manifestación por la libertad” en Madrid. La Delegación del Gobierno autorizó, finalmente, la convocatoria de HazteOir.org a favor de la libertad de expresión y la libertad de educación. La manifestación se celebrará el próximo domingo a las 12, entre las plazas de Neptuno y Cibeles, en el contexto de la polémica por la prohibición del autobús-anuncio de la plataforma ciudadana, con un mensaje crítico sobre las leyes de derechos exclusivos LGTB. (Actuall)

SELECCIÓN DE ACTUALL

Nadie hablará de ellas cuando hayan muerto, por Alfonso Basallo. El director de Actuall escribe en esta columna: “Cuando el Ministerio de Propaganda celebra los fastos de la Mujer Trabajadora, muchos de mi generación –los que ya vamos peinando canas– nos acordamos de nuestras madres”.

En el autobús, junto a Rosa Parks, por Nicolás de Cárdenas. “Se ha abierto un debate renovado” –escribe Nicolás, jefe de Redacción de Actuall– “sobre una cuestión primaria como es el derecho a la libertad de expresión frente al pensamiento políticamente correcto”.

Los cristianos de Egipto logran que se les reconozca su derecho a tener un mes de vacaciones pagadas. La Justicia egipcia, que sí reconocía a los funcionarios públicos musulmanes el derecho a tener vacaciones pagadas para peregrinar a la Meca, hace ahora lo propio con los cristianos, que aún esperan tener el reconocimiento de ciudadanos de pleno derecho.

La doble vara de medir del PP, por Rafael Ruiz Morales. Escribe el autor de esta columna que “una sociedad en la que se ha hecho necesario defender lo notorio y palmario, sin duda, está tocada de muerte”.

Ignacio Arsuaga: “El domingo nos manifestaremos para defender el derecho a la educación y la libertad de expresión”, por Miriam Calderón. El presidente de la red ciudadana HazteOir explica que la asociación “está haciendo lo que quieren muchos ciudadanos españoles, contribuir a regenerar la democracia en España, actualmente muy dañada por la ideología de género y lo políticamente correcto”.

La Comunidad de Madrid reconocerá a las familias numerosas monoparentales, por Ana Fuentes. El Gobierno de la presidenta Cristina Cifuentes llevará a la Asamblea una propuesta para modificar la ley de protección de familias numerosas.

CORRESPONDENCIA

La celebración del Día Internacional de la Mujer encabezó el boletín anterior de Actuall. Varios lectores ha contribuido con sus reflexiones sobre la situación de la igualdad de mujeres y hombres en el mundo:

Nadie hablará de las numerosas colaboradoras de las familias, atendiendo y cuidando a los miembros más vulnerables, las trabajadoras del hogar, que todavía no son reconocidas como otras profesionales, a pesar de la Declaración Internacional de la OIT, porque siguen en la sombra… y su voz, su presencia, su dignidad y derechos son reconocidos por muy pocos.

Pero una mujer del siglo XIX, Vicenta María López Vicuña, entregó por ellas, su vida, con una nueva fundación en la Iglesia: La Congregación de Religiosas de María Inmaculada, que vivimos y trabajamos por su causa, y por la de tantas jovenes y mujeres que en la vida cotidiana, preparan su futuro, y se entregan por una nueva sociedad en el mundo, donde la vida, la persona humana y la paz, ocupen el primer lugar.

María Dolores Sueiras

Tomás cree que la regulación del matrimonio perjudica en la actualidad a las mujeres, y propone mejorar la institución jurídica:

Llevo 42 años casado, y tengo una hija de 40 años. El compañero de mi hija –llevan juntos tres años– no está dispuesto a casarse, si bien los dos se quieren y desean tener hijos. Se niega a hacerlo debido a la inseguridad que le crea la legislación, que deja indefenso al hombre en caso de disputa matrimonial, tanto en relación con la tenencia de los hijos como de la vivienda familiar y otras circunstancias, y la poca seguridad de la relación matrimonial debido a las normas sobre ‘divorcio exprés’ si no tienen hijos. 

Como consecuencia, el compañero de mi hija está resuelto a no casarse, y mi hija se ve privada de la estabilidad que ofrece el matrimonio de verdad, sobre todo, si tiene hijos con su compañero. En vista de lo anterior, entiendo que para permitir una verdadera igualdad entre el hombre y la mujer, la legislación debería prever dos tipos de matrimonio, y permitir a los cónyuges optar por uno u otro tipo en el momento de la boda: el matrimonio tradicional y el moderno. Incluso después de contraer matrimonio de tipo moderno, una vez que estén seguros de que quieren permanecer juntos toda la vida, la pareja debería poder optar por elevar su matrimonio al de tipo tradicional. 

La legislación actual sobre matrimonio, como sugiere la creciente violencia doméstica, especialmente en parejas de hecho y la situación de pobreza en la que viven muchas mujeres solas con hijos, pone a la mujer en desventaja frente al hombre en las relaciones de pareja.

Tomás Miller

En el día de la mujer

Alégrate, mujer, por todo lo que has conquistado.

Yo diría, también: llorad, mujeres, en este día ante todo lo que habéis perdido. 

Hemos perdido, ante todo, nuestra dignidad, al querer dejar de ser mujeres en lo que por naturaleza tenemos diferente del hombre. Sólo por decir «soy igual» no pasamos a ser hombres, gracias a Dios. El resultado es que quedamos como algo descafeinado, compitiendo contra los hombres en lo que no nos corresponde ni debía ser de nuestro interés –por qué tanto interés en aportar económicamente a la familia en la misma proporción que el hombre–, y en cambio, dejar de lado aquello que se nos encomendó desde el principio […]

Nuestra especialidad es acompañar, escuchar, amar… en primer lugar a nuestro hombre y después, a los frutos de nuestro amor con él. Qué puede haber más bonito, y qué puede haber de mayor valor para nosotras. 

Y además, sabemos hacerlo genial, y esto nos hace profundamente felices. El problema viene cuando nos hemos creído que el hombre no merece nuestro amor, el hombre en general y el que tenemos cerca en particular. 

Que nos preparemos para ejercer una profesión tanto como ellos está muy bien, porque también se nos da fenomenal y nos hace muy felices superar retos profesionales. Pero, cuando llega el momento de enfrentarse a la realidad de que el tiempo es limitado y nuestras fuerzas también, hay que estar igualmente bien preparadas para saber que quien puede llevar a los hijos en su seno, traerlos a este mundo, amamantarlos con amor y criarlos con ternura ayudando a que se desarrolle su personalidad con seguridad, apoyándose en la figura de un padre también seguro y amable porque se siente amado por su compañera, es la madre y sólo la madre. Una mujer en toda su plenitud, utilizando todas sus capacidades que para eso le han sido dadas. 

¿Por qué pensamos que es un retraso, que nos cortan las alas, que perdemos tanto, cuando cedemos al crecimiento de nuestra vida profesional para crecer en el ámbito de la familia en los momentos en que esto se hace por naturaleza necesario?

¿Por qué no pensamos que una mujer es digna de admiración cuando aspira a cumplir su vocación completa como mujer y no se conforma con ascender solamente en el mundo laboral «caiga quien caiga»? 

[…]

La única forma de conciliar vida laboral y familiar, y de que haya igualdad es que todos, hombres y mujeres, salgan del trabajo a una hora decente. Y, eso sí, al salir del trabajo, cada uno a hacer lo que tiene que hacer: ellos a respetar y amar a su mujer y ellas, a lo mismo. 

Esa es la igualdad que hay que perseguir. Él amará como hombre, ella como mujer. Lo demás es mentira. Cada cual, que ponga al máximo de su parte. Ahí, sí que habría tanto que hacer, tantos medios que debían ponerse a disposición de los matrimonios para que su gran proyecto (la base de la sociedad) salga adelante. 

Tanto dinero desperdiciado en supuestas políticas de igualdad… Si con ese dinero se formase a los cabezas de familia para que llevasen su empresa adelante con paz y sabiduría, en lugar de alentar en ellos luchas de poder… 

Actualmente, muchas de las ayudas a la mujer, todas las campañas de comunicación, toda la opinión «pública» que se lanza al espacio vital en el que nos movemos es una absoluta incitacion a la lucha de poder entre el hombre y la mujer. Cómo va así a acompañar la mujer a su hombre. Cómo va éste a respetarla y admirarla,si encuentra en ella un rival más que un objeto de adoración…

¡Feliz día de la mujer!

Natalia Monserrate

Mujer, madre de cinco hijos, casada con un estupendo hombre al que admiro, directora de Márketing en excedencia.

Ángel Manuel García Carmona comparte con los lectores del Brief de Actuall su artículo “Derecho a reprobar”, sobre la ofensa a los sentimientos religiosos y los límites de la libertad de expresión, recién publicado en Columna2.

La mascarada de un concejal del Puerto de Santa María, en Cádiz, que casó a una pareja en el Ayuntamiento disfrazado de cura porque “era carnaval”, sigue suscitando comentarios críticos de algunos lectores:

Estas son las leyes «progresistas » que nos han impuesto los políticos. Yo creo que los concejales no deben tener autoridad para celebrar una boda, ya que la boda civil debería celebrarla un juez […].

Un saludo,

Faustino J.C.

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