¿Son los medios, casi sin darnos cuenta, la forma de imponer todo un mainstream a la población mundial? ¿Cómo una corriente de pensamiento basada en la sexualidad líquida, la cultura anti-vida y anti-natalidad, y la relatividad moral, puede unir a medios de comunicación, dominando las mentes? ¿Hay grandes intereses económicos detrás de estas grandes empresas mediáticas? ¿Qué pretenden los dueños de esos capitales?
Desde los 16 o 17 años tengo el “vicio” de comprar periódicos y oír la radio. Antes aún, con muy pocos años de edad, esperaba ansioso que los lunes por la tarde el repartidor de “El Mirador”, semanario local, llegara a mi casa -siempre con un grueso abrigo viejo, hiciese frío o calor-, y lo entregase a mi madre, que me lo daba a leer. Especialmente devoraba las noticias del equipo de fútbol de mi ciudad, el Club Deportivo San Fernando, y me quedaba boquiabierto con las fotos de los goles, las piruetas de los porteros en pleno vuelo, y la perfecta formación inicial del equipo, que se hacía siempre la misma foto en blanco y negro.
Era emocionante ese momento de cada lunes. La espera, el olor a papel impreso, el descubrimiento de historias reales, potenciado todo esto por el hecho de conocer personalmente, desde los que imprimían el periódico en las máquinas -un vecino mío-, hasta los que escribían en él, personas influyentes en mi entorno. Conocía quién era el director o el fotógrafo. Y tenía la ilusión de ser un protagonista más de la historia cotidiana de esta ciudad del sur de Europa.
La radio escuchada por mi padre en las noches de verano… la televisión en blanco y negro, con programas españoles que eran verdaderas obras de arte… (después también descubriría los mexicanos, sobre todo esa joya llamada El Chavo del Ocho…), los comics de Tintín leídos en la Biblioteca Municipal, compitiendo con otros niños para acceder a ellos cuando íbamos los sábados por la tarde sin colegio… todo esto me sedujo en lo que era la comunicación. La verdadera. La más honesta y que buscaba el Bien Común.
Más adelante, yo mismo compraba con mi paga los diarios nacionales, más o menos conservadores (siempre el ABC, pero acompañándolo del Ya, La Razón, El Mundo, La Gaceta...), aunque no siempre. Me gustaba leer de todo. Eran los años de mi juventud, el comienzo de un “activismo” pro-valores que se mantendría después.
Hoy mucho cambió. Miro las noticias en el ordenador o el móvil. Pero conservo el viejo “vicio” del papel de periódico. No me lo pude quitar. Disfruto, para qué negarlo, mucho con él. Aprendí. Me formé. Interactué y crecí con los medios de comunicación.
Me vino dado luego el conocer de cerca a grandes comunicadores “de los nuestros” y gozar de su amistad: Alfonso Basallo, Luis Losada, Nicolás Cárdenas, Miguel Vidal, Teresa García-Noblejas…, aparte de algunos más locales, que despertaron en mí el amor por transmitir estos valores basados en la verdad que-no-pasa y en la dignidad humana.
Yo mismo empecé humildemente a escribir, cosa que siempre hice, desde que me regalaron un diario de pastas verdes con llave, en mi Primera Comunión.
Hoy día ya nadie duda de que vivimos totalmente inmersos en la sociedad de la comunicación y la información. Las nuevas tecnologías facilitan que tengamos conocimiento inmediato de lo que acontece en el mundo, a través de los mass media digitales: la prensa, la radio y la televisión, que dieron paso hoy, sobre todo, a la supremacía de internet… Un solo movimiento de mano, desbloquear el móvil, y ya estamos informados.
Las redes sociales mandan: nos ponen al día y nos dan detalle de gran cantidad de temas. Además, favorecen el contacto entre personas que, con frecuencia, interactúan, comparten intereses, e intercambian ideas y opiniones.
Pero no todo son ventajas, no todo es oro lo que reluce con brillo tecnológico… En la práctica, comprobamos que, además de otros inconvenientes (uso de datos personales, exceso de publicidad, contenidos que pueden dañar a los niños, acoso…), se difunden mensajes y noticias falsas (fake news), se tergiversa la verdad y se manipula la información de tal manera que se consigue engañar y controlar la opinión pública. Un auténtico control mundial.
Además, las Bich Tech, las grandes tecnológicas, también controlan con quiénes hablamos a diario, qué cosas nos gustan y compramos… Como sabemos, se ha dado incluso el caso que Amazon, Google y Apple conspiraron para hacer caer Parler, de tendencia conservadora. El mismísimo presidente en los Estados Unidos, Donald Trump, fue eliminado de Facebook, Twitter y YouTube y le cerraron sus cuentas.
La asociación Parejas Reales en Perú, la de Lazos de Amor Mariano colombiana, y otras muchas organizaciones provida y profamilia del hemisferio americano, sufren el bozal impuesto por esas Bich Tech. En España, el partido VOX, también de derecha, fue vetado en Twitter, nada menos que durante campaña electoral, como nos cuenta Luis Losada en su último artículo, que te recomiendo, en un medio amigo.
Para analizar sobre este importante tema, por lo que nos afecta, te recomiendo el ENCUENTRO Familia.Vida.Libertad que tuvimos el pasado jueves, organizado como siempre por acTÚa FAMILIA (¿Nos lo censurarán en nuestras redes sociales?)
Disfruta de unos invitados realmente únicos. Por su preparación sobre mass media. Por sus éxitos profesionales. Por los criterios que poseen.
Con nosotros, y es un privilegio, la conocida presentadora de televisión Lucía Navarro, un rostro de la CNN en español durante muchos años. Nacida en Monterrey, México, trabajó en Televisa y Telemundo y pasó desde febrero de 2011 a marzo de 2016 a formar parte de CNN en español como conductora de Actualidad en Vivo, y más tarde hizo el lanzamiento de Café CNN. Ha cubierto eventos en toda América Latina y el mundo entero. Entre sus premios, posee tres Premios Emmy y fue Mujer del Año, por la Hispanic Women in Leadership de Houston.
Tendrás también la suerte de contar con el famoso periodista Willie Lora, presidente de Lora Media Consulting, que fue director de Noticias e información política también de la CNN en español. Ganador de varios premios nacionales e internacionales de periodismo y Galardonado con la Orden de Caballero del Gobierno de la República Dominicana, que es el honor civil de más alto prestigio del país. Además, recibió la llave de la Ciudad de Miami por sus contribuciones a la industria periodística del país. Un lujo para nosotros.
Otro placer será para nosotros oír a Jorge Mestre, rostro conocido por dirigir uno de los espacios de Estado de Alarma, concretamente El Periscopio, de análisis internacional. Jorge escribe en el periódico español OK Diario y trabajó durante 15 años en medios de comunicación. Actualmente se dedica a la divulgación en asuntos relacionados con conflictos internacionales, procesos de paz y diplomacia
Y moderados una vez más -ya habitual en los Encuentros-, por nuestra María Herrera, gran analista internacional, doctora en Derecho y abogada en Estados Unidos y España. Sevillana residente en Miami, es miembro como sabéis de la Comisión Asesora de acTÚa FAMILIA, vicepresidente de la Asamblea Hispana del Partido Republicano en Florida, y representante de Vox Exterior en Miami.
¿Porqué esas continuas censuras en nuestras redes sociales, cuando ponemos algo “políticamente incorrecto”? ¿Porqué las terribles opiniones deformadoras de la imagen del ex-presidente Donald Trump, constantes y universales? En todas las televisiones, en todos los medios… ¿Porqué la censura a países como Polonia, o a partidos como Vox en España? ¿Porqué la censura a los contenidos provida y la exaltación de la homosexualidad en todas las cadenas, series, periódicos…?
Si quieres saber, los mejores periodistas internacionales te esperan. No te pierdas este ENCUENTRO Familia.Vida.Libertad. Para que no te engañen.
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