El 2 de septiembre se estrena una nueva versión de Ben Hur, que será protagonizada por Jack Huston como Judah Ben-Hur y Rodrigo Santoro como Jesucristo. En la retina de millones de personas todavía se conserva la histórica interpretación realizada por Charlton Heston, convirtiendo a este filme en uno de los más premiados en los Oscar con un total de once estatuillas.
Lo que quizá es menos conocido es que Ben Hur se basa en la novela del mismo nombre escrita por Lew Wallace (1827-1905).
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraY la vida de Wallace daría para otra novela y hasta otra película no menos apasionante que Ben-Hur. Porque además de escritor fue general de la Unión durante la Guerra de Seseción, abogado y diplomático y se cruzó con personajes tan variados como Lincoln, Benito Juárez o Billy el Niño.
Lo sintetizamos en nueve aspectos:
1. Un incidente durante la Guerra Civil que marcó su vida
Se produjo durante la batalla de Shiloh en abril de 1862 en plena guerra civil norteamericana. Wallace era entonces un general bajo el mando de Ulysses Grant, que más tarde fue presidente de EEUU. Una confusión en las órdenes tuvo como consecuencia que las tropas de Wallace no estuvieran en el momento adecuado en el lugar acordado lo que pudo costar la victoria de la Unión.
Por aquel incidente fue apartado del servicio durante dos años y aunque volvió a incorporarse más tarde siendo de gran ayuda, su reputación se resintió para siempre. Esta espina le acompañó durante toda su vida.
2. De pequeño soñaba con ser William Wallace
Su vocación militar le venía desde la cuna. De nino jugaba con sus hermanos a recrear batallas de Escocia basándose en las novelas de Jane Porter, que popularizó a William Wallace, cuyo personaje fue representado por Mel Gibson en Braveheart. Además Lew se sentía identificado con este guerrero escocés al compartir su apellido.
Esta vocación tan temprana y aguerrida le llevó a ser el general de división más joven de aquel momento.
3. De general a soldado raso a los 71 años
Era tal su obsesión y amor al Ejército que en 1898, cuando ya tenía 71 años, intentó alistarse como soldado raso para reclutar tropas de cara a la guerra de Cuba contra España. Dada su avanzada, el Gobierno no le permitió tomar las armas.
4. Gobernador, diplomático y su otra gran afición, la escritura
Antes de escribir Ben Hur y muchísimo antes de intentar batallar contra España, Lew Wallace ya era un escritor con cierto éxito en Estados Unidos. En 1873 publicó The fair God (El Dios justo), novela histórica sobre la conquista española de México. Aunque tuvo éxito no pudo dedicarse exclusivamente a escribir y tuvo que compaginar este sueño con distintos cargos políticos y diplomáticos siendo gobernador de Nuevo México y embajador ante el Imperio Otomano.
5. Su encuentro con “el Gran Agnóstico” que le cambió para siempre
Probablemente no existiría Ben Hur si Lew Wallace no hubiera coincidido en un tren en Indianápolis con Robert Ingersoll, conocido como “el gran agnóstico” pues era el mayor apologista del agnosticismo en Estados Unidos en aquel momento. Ahí se produjo el germen que llevaría a la creación de esta novela.
Y pasó lo que tenía que pasar. El experto agnóstico le abrumó con argumentos y datos sobre el origen del cristianismo justificando así el ateísmo, mientras Wallace no sabía qué responder. Quedó tan avergonzado por no haber dado la batalla en este aspecto que decidió que debía conocer a la perfección el inicio del cristianismo ya fuera para rebatir a Ingersoll o para darle la razón. Y ese fue el origen de Ben-Hur.
6. Juzgó a quienes conspiraron contra el presidente Lincoln
Wallace formó parte del tribunal militar que juzgó a los conspiradores por el asesinato del presidente Abraham Lincoln. Y al final de la Guerra Civil fue uno de los cerebros, a las órdenes secretas de Washington, de la ayuda a Benito Juárez para combatir contra los franceses del emperador Maximiliano que había ocupado México.
7. Dictó la orden de muerte contra Billy el Niño
Siendo gobernador del territorio de Nuevo México, en 1881, Wallace dictó una orden de muerte contra el famoso pistolero Billy el Niño (William Bonney), cuando este escapó de prisión, en el contexto de las luchas ganaderas que enfrentaron a dos bandos en el condado de Lincoln. La orden sería ejecutada por otro célebre personaje del legendario Oeste: Pat Garrett.
8. Escribir Ben Hur le llevó a la fe cristiana
Si cuando discutía con Robert Ingersoll, para Wallace la fe le era completamente indiferente, una vez que se puso a escribir Ben-Hur su concepción sobre el cristianismo cambió completamente. “Mucho antes de concluir el libro ya creía en Dios y en Cristo”, reconocería más tarde.
Al documentarse sobre los personajes bíblicos y sobre el propio Jesús esta indiferencia iba poco a poco desapareciendo. “Pensad en tumbarse junto a los pastores en su redil en aquella fresca y clara primera noche de Navidad; en ver caer la escala de luz desde la ventana del cielo…¡en escuchar al ángel anunciar la Buena Nueva!”, decía, para añadir, tal y como recoge ReL: “Y ahora decidme: ¿es extraño si yo escribía reverencialmente, sobrecogido en ocasiones? ¿Es extraño que, inconscientemente, yo estuviese preparándome para desprenderme de mi indiferencia como una langosta se desprende de su cáscara?”.
9. Tardó siete años en escribir Ben Hur a la sombra de una haya
Tardó siete años en escribir Ben Hur a la sombra de una haya, de su casa en Crawfordville (Indiana). Finalmente, el 12 de noviembre de 1880 su novela vio la luz vendiendo en diez años 300.000 ejemplares y permitiéndole vivir de la escritura.
La obra se adaptó al teatro y tuvo una versión cinematográfica anterior a la dirigida por William Wyler, de 1959: el Ben Hur, de 1925, con Ramón Novarro en el papel de Judá Ben Hur, en pleno cine mudo.