La organización de juristas asegura que «se trata de una medida muy severa y extraordinariamente desproporcionada que no responde a ningún tipo de criterio médico o epidemiológico, sino a una auténtica persecución religiosa». Denuncia que «prohibir las misas los domingos no cumple con el criterio de proporcionalidad y resulta muy amplio y ambiguo».
La presidente de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, asegura que “se trata de una medida desproporcionada y que atenta contra el derecho fundamental a la libertad religiosa”. Critica que, «mientras Melilla prohíbe ir a misa los domingos, mantiene abierto el interior de los locales de hostelería o los centros comerciales, cuando no existen evidencias de que las celebraciones religiosas sean un foco de contagio, al contrario de lo que ocurre con el interior de bares y restaurantes».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraCastellanos lamenta que «el gobierno de Melilla siga el mismo derrotero anticristiano y laicista que el Gobierno de España» y recuerda que «una ciudad autónoma no tiene competencias para restringir derechos fundamentales y la libertad religiosa es un derecho fundamental amparado en el art. 16 de la Constitución y en todos los convenios de derechos humanos».