Esta semana se celebra en Nueva York el II Congreso sobre Libertad Religiosa, organizado por CitizenGO y Maslibres.org, para dar voz a las minorías religiosas que están siendo masacradas por el terrorismo yihadista.
Del 28 al 30 de abril, este congreso reunirá a expertos y testigos directos de las atrocidades y el éxodo que sufren los cristianos y otras minorías religiosas en Siria, Irak, Pakistán y Nigeria, entre otros países.
Como antesala a este evento, el jueves se celebrará una sesión especial en la Sala del Consejo Económico Social (ECOSOC), con el auspicio de la Misión Permanente de la Santa Sede en Naciones Unidas.
En esta jornada inicial, tanto los organizadores del Congreso como los altos dignatarios, obispos de diferentes religiones, expertos laicos y religiosos, testigos y víctimas de la persecución yihadista reunidos por CitizenGO y MasLibres.org, esperan poder ser escuchados y concienciar con sus testimonios a la comunidad internacional y pedir que se adopten medidas urgentes para poder acabar con la masacre.
En declaraciones a Actuall, el director ejecutivo de CitizenGO, Álvaro Zulueta, ha asegurado que con este Congreso se busca «un compromiso firme de las Naciones Unidas para proteger a los cristianos perseguidos y a otras minorías religiosas víctimas de ISIS y de los demás radicales musulmanes que buscan su destrucción».
Zulueta recalca la importancia de que el Congreso se celebre en la sede de la ONU, ya que es el punto de encuentro de toda la comunidad internacional. «Queremos que la ONU dé la máxima prioridad al compromiso de movilizar todos los medios disponibles para acabar con las atrocidades en masa contra los cristianos y otros creyentes», afirma Zulueta. (ya está en la agenda de la onu)
«Traemos su voz, ese grito desesperado, con la esperanza de que sea escuchada«, dice el CEO de CitizenGO.
Los cristianos en Oriente Medio están siendo asesinados, decapitados, crucificados, golpeados, extorsionados, secuestrados y torturados por parte de radicales islámicos. «Queremos que este genocidio se acabe», dice Zulueta.
Zulueta denuncia que las mujeres han sido objeto de violaciones, de matrimonios forzados y de trata de blancas. Los ninos son enviados a otros grupos o reclutados por la fuerza. Pueblos cristianos, aldeas, templos y distritos han sido devastados por completo. Los cristianos han dejado de recibir ayuda humanitaria y aun así, «mantienen la esperanza». Son un bálsamo de fe además de un revulsivo para nuestras comunidades occidentales adormecidas», nos cuenta.
«Poco a poco se están logrando pequeños pasos que hacen que miremos al futuro con optimismo: el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa, el Congreso de los Estados Unidos, el Papa Francisco y líderes cristianos de distintas confesiones y otras minorías, han calificado las acciones del Estado Islámico como genocidio», dice Zulueta, «estos pequeños pasos hacen que miremos al futuro con optimismo».
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