El pasado jueves García Page aparecía en una fotografía que quedará asociada a su trayectoria política por las ampollas que ha levantado y que seguirá levantando en el futuro. En ella entregaba un galardón y aplaudía a una mujer ataviada con burka a la que únicamente se le podían ver los ojos.
Este hecho se produjo durante la entrega de los VIII Premios Internacionales de Traducción Rey Abdullajh Bin Abdulaziz, que se celebró en el campus toledano de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Este galardón está organizado por el régimen de Arabia Saudí. Cabe recordar que en este país gobierna el wahabismo, la versión del islam más radical y extremista de todas ellas. De hecho, en Arabia está prohibida cualquier religión que no sea la musulmana y el simple hecho de portar una cruz es motivo para ser encarcelado. Igualmente es un país donde las mujeres carecen de derechos y en el que los homosexuales son ahorcados.
Page: “España no se podría entender sin la huella y la presencia de la cultura árabe”
Sin embargo, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, recibió con honores la celebración del galardón organizado por el régimen saudí en el que era premiada la Escuela de Traductores de Toledo. Eso sí, no hizo ningún comentario ni al atuendo de la premiada ni a la dignidad de la mujer en los países musulmanes.
Tras entregar dicho premio a la mujer en burka, García Page celebró el papel que desempeñan los traductores en el entendimiento cultural en el mundo, algo que es “una obligación moral de todas las religiones y civilizaciones”.
De este modo, el socialista añadía que “para quererse, primero hay que conocerse”. Además, se felicitó por el hecho de que estos premios se entregaran en Toledo porque “España no se podría entender sin la huella y la presencia de la cultura árabe”.
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