Suecia quiere deporta a la actriz Aideen Strandsson a su país de origen.

Hace unos años, Suecia permitió la llegada de más inmigrantes que el resto de países europeos juntos. Sin embargo, ahora una gran cantidad de cristianos están siendo deportados a su país de origen, donde se enfrentan a torturas y amenazas de muerte.

El país escandinavo recibió a un gran número de refugiados hasta que el gobierno, tras enfrentarse a distintas presiones políticas y de la sociedad, decidió que muchos de estos inmigrantes deberían ser enviados nuevamente a su país.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Entre quienes van a volver a su país de origen está la actriz cristiana, Aideen Strandsson, de origen iraní, país en el que se enfrenta a tortura, violación e incluso pena de muerte, según ha informado CBN.

La decisión que pretende ejecutar Suecia se contempla como una clara violación del derecho internacional, sobre todo cuando se presentó ante Europa como «una superpotencia humanitaria» al acoger a los refugiados con los brazos abiertos.

El Consejo de Inmigración de Suecia incluso viola sus propios principios declarados, ya que nunca deportará a los solicitantes de asilo a una nación donde serán perjudicados.

Strandsson se convirtió al cristianismo en Irán, después de ver un vídeo de musulmanes apedreando a una mujer hasta matarla

Strandsson dice que se convirtió al cristianismo en Irán, después de ver un vídeo de musulmanes apedreando a una mujer hasta matarla. «Decidí en ese momento que ya no quería ser musulmana nunca más», señaló.

En Irán, donde puede ser mortal convertirse al cristianismo, la actriz mantuvo su conversión en secreto durante mucho tiempo. Pero cuando llegó a Suecia se bautizó. «Quise ser bautizada en público porque quería decir que soy libre, que soy cristiana y quería que todos lo supieran», agregó Strandsson.

Hungría le ofrece asilo

El país húngaro anunció que ofrecerá asilo a la actriz cristiana en el caso de que sea deportada a Irán, donde podría enfrentarse a prisión e incluso a pena de muerte por apostasía, según ha publicado Breitbart.

«Acoger a los cristianos perseguidos es nuestro deber moral y constitucional», manifestó el viceprimer ministro Zsolt Semjén.

Asimismo, el mandatario recalcó que los cristianos se integran más fácilmente en la sociedad húngara que los migrantes musulmanes, respaldando de esta forma la idea del primer ministro Víktor Orban que en ocasiones aseguró que el multiculturalismo y la migración masiva ponen en peligro las «raíces cristianas» de Europa.

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