Tras cuatro décadas de prohibición y largas negociaciones, el régimen comunista de Vietnam ha permitido a la Iglesia católica abrir su primera universidad, el Instituto Católico, en el país.
La inauguración del centro en Ho Chi Minh (antigua Saigón) denota la distensión de los últimos tiempos entre el Vaticano y las autoridades vietnamitas y llega cinco años después de que la Conferencia Episcopal lo solicitara en una carta pastoral.
La universidad abrió sus puertas el pasado septiembre con el objetivo de «mejorar el conocimiento teológico y la competencia entre todos los sacerdotes, religiosos y laicos», afirmó en su discurso inaugural Joseph Din Duc Dao, obispo y rector del centro.
Antes de 1975 había dos universidades católicas en Vietnam y una Universidad Pontificia
Los obispos vietnamitas pedían que el Gobierno abriera la puerta para «personas religiosas de buena voluntad que deseen involucrarse en la educación» y el primer fruto ha sido esta facultad.
«Es un sueño para la Iglesia en Vietnam. Antes de 1975 había dos universidades católicas en Vietnam y una Universidad Pontificia. Desde entonces la educación pertenece al Gobierno», explica a Efe Anthony Nguyen Cao Sieu, sacerdote y profesor del centro.
El Instituto Católico, ubicado temporalmente en la sede de la Conferencia Episcopal de Vietnam, en una callejuela cercana al centro de la ciudad, ofrece estudios de Teología a sus 19 estudiantes (en su mayoría seminaristas), pero confía en ampliar la oferta en el futuro.
«Esperamos abrir más facultades, pero primero tenemos que encontrar un terreno grande en un lugar adecuado para nuestras instalaciones, y tener el dinero para comprarlo. También necesitamos buenos profesores católicos de todos los campos, muchos de ellos trabajan ahora en universidades estatales», dice Sieu.
Vietnam del Sur se mantuvo próximo a la Iglesia católica durante sus veinte años de existencia (1955-1975) y contó con más de 2.000 centros educativos hasta 1975, cuando Vietnam del Norte (comunista) ganó la guerra y el país se reunificó.
El culto católico, con más de seis millones de fieles (el segundo del país tras el budismo), no fue prohibido, pero se rompieron las relaciones diplomáticas con la Santa Sede y la Iglesia se vio forzada a abandonar todos sus centros educativos, que pasaron a ser administrados por el Gobierno.
El catolicismo vivió sus momentos más duros durante las dos primeras décadas del régimen comunista, cuando eran frecuentes los encarcelamientos de sacerdotes que exigían mayores libertades.
Distensión en los 90
Las relaciones fueron mejorando a partir de los años 90, un momento en el que el régimen se embarcó en una serie de reformas económicas y políticas que le llevaron a abrirse al comercio internacional.
Esa distensión permitió en los últimos años la puesta en marcha de jardines de infancia administrados por hermanas religiosas, especialmente en zonas remotas o especialmente afectadas por la pobreza.
El Gobierno de Hanoi también ha tolerado la creación de escuelas de formación profesional dirigidas por la orden de los Salesianos en varias provincias y ha devuelto a la Iglesia la libertad plena para elegir a sus candidatos en los seminarios.
Aunque Vietnam y el Vaticano siguen sin mantener relaciones diplomáticas, en los últimos años se han producido visitas de los máximos dirigentes del Partido Comunista a la Santa Sede.
En 2014, el papa Francisco recibió a Nguyen Tan Dung, a la sazón primer ministro vietnamita, un año después de que el secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong, visitara a Benedicto XVI.
La apertura de la universidad católica se ha producido en un momento en que la Asamblea Nacional debate una nueva ley para regular los cultos religiosos.
Vietnam es tras Filipinas el segundo país de Asia con mayor número de adeptos al catolicismo, una religión que ha estado presente en el país asiático desde que llegaron los primeros misioneros portugueses en el siglo XVI.
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