Al igual que Kim Davis en EEUU, Sabrina Hout se opuso a firmar una licencia de matrimonio en agosto del año pasado a una pareja de mujeres lesbianas por lo que fue condenada a cinco meses de cárcel y a pagar una multa de 1.200 euros. Pese al periplo judicial vivido, finalmente Hout no tendrá que ingresar en prisión pues cumplirá su condena en régimen de libertad condicional.
Hout, exconcejala socialista en el Ayuntamiento de Marsella y musulmana, se negó a firmar la licencia de matrimonio a Claude y Hélène, dos mujeres lesbianas que iban a casarse gracias a la ley que aprobó en 2013 el presidente de la República francesa, François Hollande.
La solución que ofreció la concejal a Claude y a Hélène fue que su subordinado se encargase de la licencia, de forma que se pudiesen casar sin que ella lo oficiase. Pero el subordinado no tenía los poderes necesarios para realizar el casamiento por lo que al cabo de uno meses fue declarado nulo.
No tardó mucho la pareja en conseguir la convalidación de su matrimonio, por lo que volvieron a estar legalmente en unión en poco tiempo, pero para Hout la cosa no fue tan sencilla.
Sin derecho a la objeción de conciencia
Aunque durante el juicio la joven musulmana apelase a su derecho de objeción de conciencia, de nada le sirvió. El Tribunal de Marsella no consideró suficiente el artículo 9 de la Convención Europea de Derechos Humanos, que “garantiza la libertad de pensamiento y de conciencia a todos los ciudadanos europeos”.
Un derecho que el propio Hollande prometió abordar antes de aprobar la ley de matrimonio homosexual en Francia, pero que finalmente no introdujo ninguna cláusula de conciencia.
El caso de la musulmana Sabrina Hout es muy parecido al de Kim Davis, la funcionaria cristiana de EEUU, que estuvo cinco días en prisión por el mismo motivo: negarse a dar licencias a parejas homosexuales.
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