Pakistán está a punto de estallar. Los islamistas siguen sembrando el terror ante un Estado que no puede contener los atentados terroristas contra las minorías religiosas. La última víctima ha sido Sardan Soran Singh, ministro local para las minorías sij, religión fundada en la India.
El político de 46 años fue tiroteado por dos terroristas que iban en una motocicleta el pasado 24 de abril frente a su casa en una aldea de la provincia de Khyber Pakhtunkhawa. El atentado ha sido reivindicado por el grupo terrorista Tehreek-e-Taliban, el mismo que perpetró la matanza de cristianos en un parque infantil de Lahora en Pascua.
Los hechos han sido fuertemente condenados por la minoría cristiana de Pakistán, la otra gran víctima de los ataques islamistas. Por ello, al funeral no sólo acudió la comunidad sij sino también líderes cristianos.
Según informa Ayuda a la Iglesia Necesitada, el obispo anglicano Humphrey S. Peters quiso expresar su dolor ante este nuevo atentado: “Me siento como alguien a quien le han quitado un amigo verdadero, lleno de benevolencia. A él le encantaba llamarme ‘gurú’, maestro espiritual.
Siguen asesinando a los líderes de las minorías religiosas
El prelado afirmaba además que antes de asumir el cargo Sardar Soran le pidió su bendición para asumir una tarea con la que también pretendía ayudar a la minoría cristiana. .“Tres días antes de su muerte, me llamó para compartir conmigo la idea de abrir un hogar para ancianos”, afirmó el obispo, que añadió que este nuevo atentado es “un fracaso del Gobierno”.
No es la primera vez que los islamistas acaban con la vida de un ministro encargado de alguna de las minorías religiosas del país. El caso más sonado fue el asesinato en 2011 del cristiano Shahbaz Bhatti, ministro de las minorías del país.
Él sabía lo que le podía ocurrir. Poco antes de morir Bhatti afirmaba: “Soy objetivo número uno de los talibanes por (querer cambiar) la ley de la blasfemia. Recibo todo tipo de amenazas, pero estoy comprometido con la causa. Sé que pueden matarme”. Dos semanas después era tiroteado en su coche.
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