Protesta en Pakistán por la vilación, secuestro y conversión y matrimonio forzado de Shiza maqsood.
Protesta en Pakistán por la vilación, secuestro y conversión y matrimonio forzado de Shiza maqsood.

“Pedimos justicia para Shiza Maqsood, una cristiana de 16 años de Faisalabad, secuestrada, violada, torturada, convertida a la fuerza al islam y obligada a casarse con uno de los cuatro hombres que la violaron varias veces, antes de que pudiera escapar. Nadie nos escucha, ni siquiera la policía”: es la información recibida en la Agencia Fides a través de Intizar Gill, presidente de Aqleeti Tahafuz Pakistan, una organización que trabaja en Faisalabad para proteger los derechos de las minorías religiosas.

Intizar Gill, quien está ayudando a la familia de la joven, explica: “La chica sigue repitiendo su triste historia a los policías, e incluso al juez ante el tribunal, pero nadie está listo para escuchar la verdad”. Gill relata las situaciones que han dañado la credibilidad de la niña: “Las declaraciones que Shiza hizo hace unos meses en el tribunal -en las que dijo que había elegido libremente casarse- no eran ciertas: estaba traumatizada y amenazada, temía por la seguridad de su familia y, en ese estado de terror, repitió en el tribunal lo que le habían enseñado sus secuestradores”.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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El que fuera un colaborador estrecho del exministro de Minorías Shahbaz Bhatti, que fue asesinado por unos terroristas en 2011 reclama que se atienda a la niña: “Debemos escuchar a Shiza: ahora que ha salido del trauma y está con su familia, está contando toda su historia y también ha presentado una solicitud por escrito a la Oficina Central de Policía (CPO) en Faisalabad para pedir justicia y protección para ella y su familia”.

“Me llevaron a un lugar desconocido y me violaron durante dos días, en los que solo lloré y lloré»

Shiza Maqsood en declaraciones a la Agencia Fides, señala: «Estoy triste porque mi denuncia ha sido rechazada por el tribunal. Les dije que fui secuestrada y violada por Talha Haider y otros tres amigos durante dos días, luego me convertí a la fuerza al islam y me obligaron a casarme con Talha, mi secuestrador”.

Maqsood subraya también que «siempre» ha sido cristiana: «Pertenezco a una familia cristiana, me secuestraron y cambiaron violentamente mi religión. Logré escapar y volver con mis padres, ahora vivo feliz con mi familia. Nunca he renegado realmente a mis padres, mi familia, o mi fe. Ahora nos vemos obligados a escondernos debido a las constantes amenazas de mis secuestradores que pueden hacernos daño”.

Shiza fue secuestrada de su casa el 28 de septiembre a las 10 de la noche y lo recurda así: «Llamaron en la puerta principal y fui a abrir. Mi secuestrador Talha Haider estaba en la puerta con tres cómplices. Cuando abrí la puerta, me apuntó con la pistola a la cabeza y me dijo que no gritara y que los siguiera en silencio, amenazando con matarme a mí y a mi familia”.

Shiza continúa su relato: “Me llevaron a un lugar desconocido y me violaron durante dos días, en los que solo lloré y lloré. Al tercer día me llevaron a una escuela islámica donde me obligaron a convertirme al islam. Luego me llevaron a un abogado donde estaban presentes un imán, la madre de Talha y otra señora que me golpeó. Por miedo, dije que sí a la boda y me tomaron las huellas dactilares a la fuerza y ​​las colocaron en el certificado de matrimonio”.

Shiza sufrió durante mes yu medio hasta que logró escapar: “Me amenazaban constantemente con tomar represalias contra mis seres queridos. Me torturaron en cautiverio durante unos 45 días. Un día, 20 de noviembre, tuve la oportunidad de escapar. Llamé a mi hermano y le dije dónde estaba, salté el muro y logré escapar”.

Hoy la joven pide “justicia por mi secuestro, conversión forzada y matrimonio forzado” y exige protección para su familia. El 10 de diciembre, el padre de Shiza, Maqsood Masih, con lágrimas en los ojos, habló públicamente exigiendo justicia para su hija y su familia. Dijo: “Estamos totalmente indefensos: incluso el tribunal ha rechazado nuestra denuncia, es una gran injusticia para mí y mi familia. Pedimos al gobierno y a los agentes de la policía que se apiaden de nosotros, que acepten conocer la verdad, para impartir justicia”.

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