Andrew Brunson es un pastor cristiano acusado de conspirar contra Turquía.
Andrew Brunson es un pastor cristiano acusado de conspirar contra Turquía.

Acusado sobre la base de «testigos anónimos» y «documentos secretos», el pastor Andrew Brunson, de nacionalidad norteamericana lleva encarcelado desde el año 2016 acusado de conspirar con con el Movimiento Gülen y el Partido de los Trabajadores del Kurdistan en el fallido golpe de Estado sucedido en Truquía en octubre del citado año.

El European Center for Law and Justice (ECLJ) y su equivalente, ACLJ, en los Estados Unidos han logrado recientemente que la Justicia del país otomano haya accedido a concederle a Brunson el arresto domiciliario por motivos de salud hasta la celebración del juicio, que está previsto para el 12 de octubre de 2018. 

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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En concreto, Brunson está acusado, además de colaborar a la preparación del golpe de Estado, de «dividir y separar a Turquía por medio de la cristianización», así como de actuar como «un agente de guerra no convencional» bajo la «máscara de pastor evangélico». Así, la acusación asocia la «cristianización» con el terrorismo. Según uno de esos testigos anónimos, «los protestantes creen que el presidente Erdogan es el anticristo», tal y como refiere el ECLJ.

Brunson lleva 23 años viviendo en Turquía, junto con su mujer y sus tres hijos y siempre ha actuado de forma transparente como pastor de la Iglesia de la Resurrección en Esmirna, la ciudad con el segundo puerto más importante de Turquía tras Estambul.

Presión internacional necesaria

Al igual que en otros casos com oel del cooperante Petr Jaseck o la cristiana paquistaní Asia Bibi, la presión internacional es clave para que, o bien se les mantenag con vida, o bien se logre su liberación definitiva.

Respecto a Brunson tanto el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, co su vicepresidente Mike Pence o el ex secretario de Estado, Rex Tillerson, reclamaron su liberación. También el Parlamento Europeo, votó favorablemente una resolución el pasado 7 de febrero que reclamaba a Turquía que le dejara volver a su país.

En la sede de las Naciones Unidas en Ginebra intervino en marzo la hija de Brunson ante el Consejo de los Derechos Humanos y en abril, dos tercios del Senado de los Estados Unidos firmaron una carta conjunta de demócratas y republicanos en su favor dirigida al presidente Erdogan. Un gesto parecido tuvieron 24 miembros de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Ya este mes de julio, 98 europarlamentarios de diferentes grupos políticos y 21 naciones de origen hicieron pública una carta abierta sobre el caso en laque le recordaban a Erdogan lso compromisos europeos e internacionales de la República de Turquía para velar por la libertad religiosa , la prohibición de las detenciones arbitrarias yel derecho a un juicio justo.

Todos estos esfuerzos han dado como frutos, además de su reciente traslado a arresto domiciliario, que el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias haya aceptado abordar el caso de Brunson.

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