Se cumplen dos años de la expulsión de los cristianos de Mosul y la llanura de Nínive. Miles de ellos tuvieron que dejar sus casas y todas sus pertenencias apresuradamente ante la llegada de los yihadistas de Estado Islámico. Algunos tuvieron menos suerte y fueron hechos prisioneros o asesinados por su condición de cristianos.
Pese a la situación crítica se empieza a ver una pequeña luz al final del túnel y la derrota de Estado Islámico en Irak y Siria parece más posible que nunca. Una sensación muy distinta a la que se vive en Europa, que está viviendo una auténtica oleada de atentado terroristas por parte de los yihadistas.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPor ello, el patriarca de Babilonia de los Caldeos, Louis Sako, ha escrito un mensaje a todos los católicos de esta tierra devastada para darles un mensaje de esperanza y preparar un futuro común tras la derrota de Estado Islámico.
“Los cristianos están llamados a seguir a seguir las huellas de nuestro Señor Jesucristo como hombres de paz, amor y buena voluntad. Nuestros antepasados han rociado esta bendita tierra con su sangre, siendo mártires y testigos de nuestra fe cristiana. Han creado monasterios junto a las semillas de trigo y las iglesias junto a las palmeras, así como escuelas, hospitales…Por ello, sus descendientes tenemos que proteger lo que hemos heredado durante miles de años, incluida la tierra, la historia, la lengua, los valores y la espiritualidad”, afirma el patriarca Sako, tal y como recoge AsiaNews.
los iraquíes ven “con esperanza un futuro mejor, sobre todo tras las recientes victorias frente al ISIS”
Sako continúa afirmando que “en este doloroso aniversario el terrorismo no ha sido derrotado y los conflictos no han terminado” pero los iraquíes ven “con esperanza un futuro mejor, sobre todo tras las recientes victorias frente al ISIS”. Por ello, el líder cristiano cree que en un futuro cercano los cristianos podrán volver a sus casas y para ello ha propuesto algunas ideas prácticas para el Irak pos-Estado Islámico en el que se pueda vivir en paz y libertad.
1. Fomentar entre los iraquíes el actuar con “sabiduría y sensatez en este momento crítico de la historia de Irak”. Para ello, el patriarca Sako pide encarecidamente “rechazar la venganza”. Hace un llamamiento para “permanecer unidos con firmeza para evitar aún más destrucción y derramamiento de sangre”. “La unidad lleva a la salvación”, agrega.
2. El patriarca sí que pide oponerse a todos aquellos que secuestran “la religión y nuestra tierra” y que se erigen en “guardianes”. Sako considera clave que en el Irak futuro haya una separación real entre las autoridades políticas y religiosas así como negar legitimidad a todos aquellos que matan en nombre de la religión.
3. El tercer punto tiene mucho que ver con el anterior y el obispo iraquí afirma que el terrorista no es sólo aquel que pone una bomba o que se inmola sino también el que predica y financia esta “ideología destructiva”. “Nos encontramos ante una grave ‘contaminación cerebral’”, afirma.
4. “Está prohibido dejarse vencer por la frustración y la desesperación. Incluso si se admite que ante estas circunstancias compartimos dolor y sufrimiento, esto no debe llevarnos a perder la esperanza”, agrega el patriarca iraquí ante una situación que puede tardar mucho en normalizarse.
5. Construir una nueva cultura. El patriarca Sako considera que para vencer a esta “ideología fanática” del yihadismo hay que sustituirla por una alternativa de “mente abierta”.
Es importante para él que antes de que comenzar a reconstruir el país en materia de infraestructuras se empiece con una “renovación” de los valores en los que entre una “nueva cultura” en la que haya una “aceptación mutua, respeto por la dignidad humana y la aceptación de temas comunes como la paz, estabilidad, justicia e igualdad”. Si no existe todo esto todo lo que se reconstruya en Irak pronto será de nuevo derribado.
6. Una nueva Constitución. Para el líder católico es clave un “sistema político civilizado” que pase por una nueva Carta Magna que vaya más allá de las controversias sectarias, religiosas o políticas.
Pero para que todo esto ocurra el patriarca de Babilonia de los Caldeos considera clave que los cristianos vuelvan a sus casas y no prosiga el éxodo que está vaciando de cristianos Oriente Medio.
“La oración y la unidad son nuestras armas contra la injusticia; nosotros no estamos armados (porque creemos que la protección de la nación es el deber del gobierno). En lugar de ello, llevamos nuestra cruz, que nos invita a todos a una fe verdadera que se expresa a través de la oración, el amor y el servicio compasivo, paciencia y compromiso que nos permite contribuir a la tolerancia y la paz”, concluye Sako.
