Perdió su trabajo, tuvo que abandonar su hogar, su familia quiso matarlo y entre sus allegados es considerado un infiel. Así es la historia de Kuluseni Iguru Tenywa, un eximán de Urganda que decidió convertirse al cristianismo.
Esta decisión provoco que Kuluseni, de 53 años, tuviera que huir el pasado 27 de junio, de su pueblo natal Budhagali cuando escuchó los planes que su hermano pequeño, Isa Nsaja, tenía para él después de haber abrazado el cristianismo.
«Oí a mi familia diciendo que querían matarme, porque no podían permitir que todos nos convirtiéramos al cristianismo”, aseguró el eximán, tal y como recoge Chirstian Times. Y añadió: “Mi familia quiso hasta hechizarme, pero Dios me protegió”.
Tenywa, que asiste a la Iglesia Elim Budhagali, cree que Jesús acabo con un espíritu maligno que lo había estado atormentando desde hacía años. Y por este motivo, decidió convertirse al cristianismo.
«Estaba orando a Jesús y lo invité a mi corazón, que rompió la resistencia del espíritu maligno que me estaba molestando», relató el eximán.
Cristianos de Uganda, perseguidos por extremistas
Los cristianos de Uganda están viviendo en los últimos años la persecución a manos de extremistas musulmanes. Así un grupo de musulmanes asesinó a una mujer cristiana el pasado mes de mayo después de rechazar que en su terreno se construyera una mezquita.
Otra cristiana tuvo que ver como su hija moría envenenada por varios musulmanes al descubrir que estaba comiendo en el día del Ramadán.
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