Tabitha Nazir Gill fue apaleada y luego liberada por la Policía de Pakistán después de considerar que eran falsas las acusaciones que habían llevado a su detención por haber cometido un presunto delito de blasfemia -castigado hasta con la pena de muerte en Pakistán-.
Sin embargo, apenas unas horas después, la Policía ha dado marcha atrás en su decisión y ha registrado el caso en un primer informe después de que grupos radicales islamistas hubieran protestado por la puesta en libertad de la enfermera de 30 años en la tarde del 29 de enero.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraAsí, se ha abierto un expediente según el artículo 295 C del Código Penal pakistaní, es decir, por “haber utilizado comentarios despectivos pronunciados o escritos, directa o indirectamente, que ofenden el nombre de Mahoma o de los demás profetas”, según informa la agencia Fides.
El padre Nazir John, capellán de los Médicos Cristianos de la Archidiócesis de Karachi,asegura que Thabita «es una mujer de profunda fe y le encanta cantar himnos religiosos. He visto vídeos donde la golpean y la torturan para que confiese el crimen y escriba una disculpa. Sinceramente, no creo en las acusaciones que se le hacen: no creo que, como persona dedicada y responsable, se puedan herir los sentimientos religiosos de los demás; además, en la profesión de enfermería siempre ha trabajado sin discriminación de credo y casta».
Las pruebas de que el caso se trata de un abuso de la ley de blasfemia para resolver cuitas personales en el entorno laboral son tan abrumadoras que incluso algunos líderes islámicos se han pronunciado a su favor.
«No se debe permitir que nadie se haga justicia ni que abuse de las leyes contra la blasfemia. Todas las organizaciones y líderes religiosos han condenado la tortura infligida a la enfermera cristiana en el hospital. El Gobierno de Pakistán no tolerará estos abusos”, ha señalado Hafiz Tahir Mehmood Ashrafi, asistente especial del Primer Ministro para la armonía religiosa, tal y como informa Fides.
El líder islámico Allama Shehryar Raza Abidi también ha condenado el ataque contra la enfermera y, en un mensaje de vídeo, afirma: “Fue vergonzoso ver a mujeres musulmanas golpear a una mujer cristiana y usar un lenguaje ofensivo hacia ella. Esa violencia muestra su extremismo y fundamentalismo, que no son enseñanzas del islam, y comunica un mensaje y una imagen equivocada del islam. Este fundamentalismo no tiene nada que ver con el islam, que no propaga la violencia”.