La hija pequeña de Asia Bibi, Eisham, ha estremecido con su testimonio en la mesa redonda presidida por la directora del Centro sobre Libertad Religiosa ‘Hudson Institute’, Nina Shea, en el marco del Congreso #WeAreN2016, que ha concluido este sábado en Nueva York, al asegurar que está segura de que su madre, la cristiana paquistaní acusada de blasfemia que lleva encarcelada seis años “volverá a casa”.
“Mi madre trabajaba en el campo. Salió a beber agua y la tomó de donde bebían los musulmanes; los musulmanes lo vieron ‘impuro’ y discutieron sobre este asunto durante días. Finalmente, la sacaron de casa, rodeada por todo el pueblo. La cogieron y la llevaron al centro del pueblo, donde ya había una multitud congregada. Mi madre me pidió que fuera a llamar a mi padre, pero no estaba en casa… Después, la policía arrestó a mi madre y se la llevó a la comisaría. Mientras la golpeaban pidió agua, pero nadie le ofreció un vaso de agua”, ha relatado Eisham.
A pesar de esta situación, y entre lágrimas, Eisham ha asegurado que sigue teniendo la esperanza de que su madre vuelva a casa. “Sé que con el apoyo de los cristianos, mi madre volverá muy pronto”.
Por su parte, el marido de Asia Bibi, Ashiq Masih, ha declarado que él confía en la justicia: “Nosotros confiamos en la justicia a pesar de que la situación de Asia Bibi en Pakistán se haya complicado. Pero esperamos que sea liberada próximamente”.
En los seis años que Asia Bibi lleva en el corredor de la muerte, ha tenido que vivir dos resoluciones injustas en la que la seguían manteniendo la pena de muerte. Sin embargo, en julio de 2015, el letrado, Saiful Mulook, apeló la decisión, logrando, la suspensión cautelar de la condena.
«Matar a los infieles»
“Antes era Al Qaeda, ahora el ISIS, y siempre habrá algo, mientras exista el Corán y sus prácticas”, ha denunciado el musulmán convertido al cristianismo Joseph Fadelle, que ha insistido en que en el “Corán hay muchos versos que dicen que los musulmanes tienen que matar a los infieles (cristianos)”.
Y por lo tanto, “aquel que se niegue hablar de verdad, es el culpable de alimentar este monstruo”, ha señalado, remarcando que el problema del genocidio que están viviendo los cristianos, no es por culpa de los musulmanes, sino del islam.
Joseph Fadelle, un musulmán iraquí proveniente del profeta Mahoma que se convirtió al cristianismo, ha dado a conocer el drama de los conversos. A causa de su conversión, Fadelle lleva años huyendo con su mujer y sus cuatro hijos. Los musulmanes, y su propia familia, quieren matarle porque pesa sobre él una ‘fatwa’ por haber abandonado el islam. Esta ‘fatwa’ “nunca termina”, ha asegurado Joseph Fadelle.
Por esta razón, tuvo que abandonar Irak y escapar hasta Jordania donde salió vivo de un intento de asesinato organizado por su propio hermano, que le dejó tendido en el suelo al darle por muerto. “Mi tío y mis hermanos viajaron a Jordania para intentar cambiar mi decisión. Como no lo consiguieron, mi hermano fue el primero que me disparó. Pude salir corriendo mientras seguían disparándome, pero hubo una bala que me alcanzó y caí inconsciente en el suelo”, ha relatado Joseph Fadelle.
Nómada a causa de la religión
Desde entonces, se ha vuelto un nómada a causa de la religión. Ahora vive en Francia donde ha logrado la nacionalidad francesa. Sin embargo, su vida siempre estará ligada a cambiar de vivienda cada cierto tiempo e incluso a estar acompañado por un escolta que va con él allá donde vaya.
También ha distinguido entre el islam y los musulmanes. “El islam es mal, pero existen musulmanes que son buenas personas, porque no siguen esta ideología”. Y ha insistido en que el problema se encuentra cuando “un musulmán normal empieza a defender la ideología del islam y termina corrompido por ella hasta el punto de que se convierte rápidamente en el Estado Islámico o en otro grupo terrorista”.
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