Ada Colau presume de estar muy implicada con las causas sociales y con esas credenciales ha llegado a la alcaldía. Sin embargo, de momento no ha dado señales de vida sobre la campaña iniciada por la asociación Enraizados para que el Ayuntamiento de Barcelona dedique una calle a Isabel Solá, la religiosa barcelonesa asesinada en Haití.
Esta catalana de 51 años pertenecía a la Congregación de Jesús María y en Haití se convirtió en una auténtica mujer todoterreno. Había tanto por hacer que al final su trabajo abarcaba todo tipo de tareas. La religiosa era enfermera y ayudaba también en labores de formación escolar.
Después tras el devastador terremoto que asoló Haití, Isabel Solá puso en funcionamiento un taller de fabricación de prótesis para así ayudar a los numerosos mutilados que dejó el seísmo. Ella misma dirigía aquel taller que ahora los propios haitianos quien lo gestionan. Analizando el perfil de Solá y su atención a los pobres, Colau no debería tener problemas en homenajear a esta vecina.
Pero, de momento, el que sí se ha manifestado es Ciudadanos. La presidenta del partido en Barcelona, Carina Mejías, ha salido en apoyo de esta iniciativa y se ha ofrecido a presentar la solicitud en el Ayuntamiento pues le parece una iniciativa necesaria en la ciudad.
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