Oliver Dash Doeme, obispo de Maiduguri (Nigeria), lanza un llamamiento urgente a la comunidad internacional, para recabar “su apoyo político, económico y militar, con el fin de luchar contra el diablo de Boko Haram”. En una reciente entrevista con Actuall, el prelado africano dijo que “la Iglesia no se propaga lo suficiente hasta que no se enfrenta a la persecución”.
En una carta, el prelado agradece el apoyo de los más de 15.600 ciudadanos que ya se han sumado a este llamamiento a través de la campaña de acción mundial iniciada por CitizenGO, pero recuerda por qué es crucial seguir urgiendo el apoyo exterior en favor de los cristianos perseguidos por el terror islámico en Nigeria.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora“Boko Haram continúa sembrando el terror en nuestro país. El mes pasado fue particularmente violento. Dos mujeres cometieron un atentado suicida que causó 11 muertes. El terrorismo islámico se ha cobrado la vida de al menos 150.000 personas en Nigeria. 2,1 millones de personas tuvieron que abandonar sus hogares. En mi diócesis solo, 60.000 de cada 125.000 fieles cristianos han huido de sus hogares…”, indica.
Los “pequeños cambios positivos” que se aprecian avalan también la importancia de esta mayor implicación internacional: “En octubre pasado, el Ejército rescató a 338 rehenes, mujeres y ninos y ahora está extendiendo carteles con las imágenes de los yihadistas más buscados. EEUU envió 300 efectivos militares a Camerún para cooperar con las operaciones de inteligencia y vigilancia. Francia está organizando una Cumbre con los países involucrados para detener la violencia en Nigeria…”, expone.
No obstante, los fieles cristianos que empiezan a regresar a sus hogares siguen padeciendo en su intento tremendas dificultades. «Carecen de las necesidades básicas: alimentos, medicinas e incluso a veces de refugio”, describe Doeme.
Firmes en la fe, necesitados de solidaridad
“No tenemos miedo, porque sabemos que la Iglesia siempre se expande en medio de la persecución. Nuestros miembros son cada vez más audaces. Por esta razón, sé que el futuro de la Iglesia en Nigeria es brillante. También sabemos – y esto es lo que le digo a mi gente – que los mártires están orando por nosotros”, edifica el obispo en la esperanza.
“Sin embargo, también necesitamos la solidaridad de la comunidad internacional. Mi pueblo ha atravesado un inmenso trauma, y ahora tiene que vivir en condiciones de pobreza”, concluye, animando a adherirse a esta campaña de ayuda urgente por los cristianos de Nigeria.