En Lavapiés, uno de los barrios más multiculturales de Madrid, se encuentra la Escuela Infantil de Rosalia Rendu, dirigida por un grupo de Hijas de la Caridad.
Allí la hermana Mari Paz Hernández y sus compañeras ayudan desde 2012 a los niños más vulnerables de la zona con un proyecto educativo. En concreto, la congregación acoge a través de esta escuela a 50 niños de entre los cero y los tres años de edad.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraUn proyecto que, además, la hermana Mari Paz (La Rioja) también lleva a cabo en la Cañada Real de Madrid, una zona donde la pobreza, la delincuencia y la venta de droga es habitual.
«Cuando supe de este proyecto con menores me ofrecí voluntaria para trabajar, consciente de que iba a ser un trabajo duro, pero sabía que de esta manera iba a encontrar a Cristo«, asegura Sor Mari Paz a Actuall.
«Mediante la educación y caminando a su lado, les demostramos que hay otra forma de vivir y si ellos quieren, hay gente que les puede ayudar»
Un proyecto más allá de la enseñanza
Gracias a su labor y al de resto de hermanas, ofrecen a los niños más necesitados una atención integral tanto educativa como sanitaria, pero sobre todo los enseñan que hay gente dispuesta a ayudarles. «Mediante la educación y caminando a su lado, les demostramos que hay otra forma de vivir y si ellos quieren, hay gente que les puede ayudar», detalla.
La ayuda de estas monjas no queda ahí, ya que para niños a partir de los cuatro años y hasta los 17, tienen un proyecto de apoyo socio-educativo dedicado al apoyo escolar y la formación. «Se trata de una alternativa de prevención para menores en dificultad», explica la hermana Sor Mari Paz, que indica que perfil de los menores que participan en este proyecto son, sobre todo, rumanos, marroquíes, italianos, pero también españoles.
Sor Mari Paz, con más de 40 años de experiencia en la educación, asegura que aunque es consciente de la dureza que viven muchos niños, este proyecto «es lo más bonito» que le ha pasado en la vida.
