Isabel Solá Matas es un claro ejemplo de entrega a los demás y debería ser un referente para todos pues su amor por los pobres superaba cualquier cosa, incluso el vivir en el país más pobre de América. Y precisamente en Haití murió asesinada a tiros.
La religiosa era de Barcelona y desde Enraizados consideran que la ciudad que la vio nacer debería hacer un homenaje a esta mujer cuyos valores trascienden lo religioso. Y por ello, han iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir a la alcaldesa Ada Colau que le dedique una calle en la capital Barcelona.
Esta petición debería ser considerada muy en serio por Ada Colau pues como alcaldesa ha dado una importancia desmedida al callejero barcelonés anunciando la eliminación de los nombres de calles relacionadas con los Borbones y en definitiva, con España.
Una calle para la religiosa debería tener cabida según los parámetros de Colau por lo que si se la denegase estaría mostrando su incoherencia y lo que prevalecería sería su sectarismo pues esta religiosa dio su vida por los desfavorecidos dignificando la vida humana. Difícilmente puede ser tachada de borbona o franquista.
Una vida entregada a los más débiles
Esta catalana de 51 años pertenecía a la Congregación de Jesús María y en Haití se convirtió en una auténtica mujer todoterreno. Había tanto por hacer que al final su trabajo abarcaba todo tipo de tareas. La religiosa era enfermera y ayudaba también en labores de formación escolar.
Después tras el devastador terremoto que asoló Haití, Isabel Solá puso en funcionamiento un taller de fabricación de prótesis para así ayudar a los numerosos mutilados que dejó el seísmo. Ella misma dirigía aquel taller que ahora los propios haitianos quien lo gestionan.
Isabel Solá: Haití es ahora el único lugar donde puedo estar y curar mi corazón. Haití es mi casa, mi familia, mi trabajo, mi sufrimiento y mi alegría, y mi lugar de encuentro con Dios”
Hasta la fecha estaba comenzando a montar una escuela para los ninos pobres, proyecto con el que estaba muy ilusionada pero que se ha visto truncado con su asesinato.
Hace cinco años escribía lo siguiente: “Pensareis que cómo puedo seguir viviendo en Haití entre tanta pobreza y miseria, entre terremotos, huracanes, inundaciones y cólera, Lo único que podría decir es que Haití es ahora el único lugar donde puedo estar y curar mi corazón. Haití es mi casa, mi familia, mi trabajo, mi sufrimiento y mi alegría, y mi lugar de encuentro con Dios”.
Ella misma explicaba en el programa Misioneros por el Mundo de 13TV cómo era su misión, su labor con los pobres pero sobre todo el amor que tenía por ellos. Unas imágenes que debería ver Ada Colau para que vea lo que es un ejemplo de unión y no de división.
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Así servía a los más pobres de los pobres de Haití la misionera española asesinada a tiros https://t.co/Oac2QCGSMt pic.twitter.com/gcCVNcK3Ox
— Actuall (@actuallcom) 4 de septiembre de 2016
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