Etiqueta: El País

Me rindo. Ganáis vosotros, Vox es ultra. No como Sánchez, Iglesias, Irene Montero y su ley Trans o 'El País' que son moderados. No como Yolanda Díaz, tan moderada que no quiere frivolizar con la libertad y recuerda que “comunismo es la democracia y la igualdad”.

Tan machotes ellos, con esas barbas y esa afición por violar y saquear, resulta ahora que entre los vikingos el heteropatriarcado estaba de capa caída. La teoría Queer, que sostiene que el sexo no es una realidad binaria sino un continuum con múltiples graduaciones y que, además, es fluido es un auténtico disparate.

El estudio al que recurre 'El País' no sólo carece del rigor científico necesario cuando fue publicado hace más de medio siglo; sino que está gravemente desactualizado. La periodista de 'El País', además de mostrar ignorancia, copia un artículo de un miembro de Podemos publicado en 'Público' en 2011.

Hace dos años, cambió el presidente del Gobierno y cambió el director de 'El País'. Ahora cambia la directora del periódico ‘progresista’ y uno se pregunta si va a cambiar el presidente del Gobierno. La gran innovación de la veterana Gallego-Díaz fue una sección transversal dedicada a reñir a los menguantes lectores.

¿Por qué son impermeables a los editoriales de 'El País' los votantes de Vox? No hay ciencia sin asombro, ciertamente. La izquierda ha impuesto su código moral, pero hay una parte de la sociedad que no traga para los que el partido de Abascal es la única voz que les representa.

El periódico 'El País' ha pasado de constituir la seriedad, un poco plomiza, a ser el altavoz de los hiperventilados. Hace unos meses reprochaba a Vox que hablase de armas y ahora publica una tribuna cuyo autor propone armar a las mujeres para que se defiendan de los varones.

Empieza a no hacer gracia. Empieza a asustar esto de 'El País' que, naturalmente, es lo de 'Le Monde', es lo de 'The New York Times', es lo de nuestras élites. Si la heterosexualidad es un problema, si la heterosexualidad es algo que contemplar con el ceño fruncido y mirada censora, apaga y vámonos.

No se enriqueció nadie, no hay nada en esos paraísos fiscales donde atesoran sus botines los políticos de la derechona. Todo lo más, algo en putas y en cocaína. Afanar y guardárselo en las Caimán es algo que se acaba. Pero crear redes clientelares es invertir en el futuro.

Por lo visto, para ese grupo de comunicación las únicas ideas legítimas son aquellas que no incomodan a la izquierda. El periódico de PRISA está actuando no como el medio independiente que dice ser, sino como un órgano de propaganda al servicio del PSOE.