
El Real Colegio de Matronas (RCM) de Inglaterra se ha visto rodeado de críticas debido a los vínculos que ha forjado con la industria del aborto, tras anunciar públicamente su apoyo a la campaña extremista del centro abortista BPA’S (British Pregnancy Advisory Service) que busca la completa despenalización del aborto durante todas las etapas del embarazo.
Este colegio de matronas es la principal organización sindical de trabajadores dedicados a la sanidad y a la maternidad en todo Reino Unido. Unas 30.000 matronas y enfermeras forman parte de este sindicato que está aprovechando su poder para pedir a todas las mujeres que se unan a la campaña para poder abortar sin sufrir consecuencias penales.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraBajo la ley actual del aborto en Reino Unido, para poder abortar pasadas las 24 semanas del embarazo dos médicos deben certificar que la mujer reúne al menos uno de las razones requeridas para matar a su hijo: que el nino tenga una discapacidad grave o que la vida de la madre corre peligro.
No se cumple la ley
Sin embargo, la ley se ha convertido en un trámite legal fácil de sortear. Muchas mujeres alegan razones de salud mental, difíciles de demostrar, para poder justificar los abortos. Anomalías como tener los pies zambos o el paladar hendido se han convertido en razones suficientes para poder abortar.
El 90% de los fetos diagnosticados con síndrome de Down son abortados antes del nacimiento, dicen en LifeSiteNews. Ahora el Real Colegio de Matronas quiere que el aborto sea visto en el Reino Unido como un mero procedimiento médico más, al que puede tener acceso cualquier persona sin justificación ni consecuencias y durante cualquier etapa del embarazo.
Este grupo de matronas ha anunciado formalmente su apoyo a la campaña del centro abortista en una declaración oficial publicada la semana pasada. Sin embargo, las reacciones no se han hecho esperar y la junta directiva está recibiendo críticas muy duras por parte de sus propios miembros.
Indignación entre una parte de las matronas
Unas 200 enfermeras y trabajadoras de maternidad han firmado una carta a la junta directiva para condenar esta medida radical calificándola de «totalmente inaceptable», y exigiendo saber porqué los miembros ordinarios del sindicato no han sido consultados.
«La organización presenta una postura radical que no nos representa», dicen algunos miembros del sindicato
«La organización está presentando una postura radical que no nos representa. Una posición en la que todas las protecciones hacia los no nacidos deben ser anuladas hasta el momento del nacimiento. No se ha consultado a los miembros para apoyar esta campaña y consideramos que esta política es intolerable«, reza la carta.
Una de las enfermeras que ha firmado ha sido Michelle Viney, matrona durante los últimos 15 años. Vailey ha dicho que declaraciones al Daily Mail que todo esto le «resulta chocante». «Yo ayudo con la financiación y no quiero estar pagando una cuota en una organización que hace campaña a favor del aborto cuando estoy al 100% en contra por su inmoralidad» dice Viney.
Denuncian esta campaña en favor del aborto
La Asociación para la Protección del No Nacido (SPUC), ha financiado un recurso legal contra esta campaña presentado por las enfermeras jefe María Doogan y Connie Wood. Doogan y Wood ya declararon hace un par de años en el Tribunal Supremo porque rechazaron supervisar abortos.
Cuando se negaron, el sindicato de matronas argumentó que si no querían ayudar a acabar con la vida de un bebé debían entonces decírselo a otras enfermeras para que alguien lo hiciese. El Tribunal falló en favor de la organización en vez de a las enfermeras.
Daily Mail también ha puesto de manifiesto el grado significativamente alto de colaboración entre el sindicato y BPAS’s, uno de las mayores multinacionales en favor del aborto del Reino Unido.
BPA’S realiza abortos en centros repartidos por todo el país y recibe 25 millones de libras esterlinas pagadas por los ciudadanos britanicos para llevar a cabo más de 63.000 abortos año en nombre de la sanidad pública (NHS).