El último caso de cómo las multinacionales abortistas engañas a colegios y a padres para intentar ‘normalizar’ el aborto entre los más jóvenes ha causado un gran revuelo en Kenia. No es la primera vez que ocurre, como ya denunció la activista Obianuju Ekeocha, que lo definió como colonización ideológica.
En esta ocasión los trabajadores de la multinacional abortista británica Mary Stopes acudieron a principios de octubre a la escuela de secundaria católica Arzobispo Boniface Lele para impartir un cursillo sobre los ‘derechos de los niños’.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraAsí lo explicó el director del colegio, que reconoció que los dejó pasar porque ellos le aseguraron que tenían el permiso del encargado local de educación, y que estaban dando esas charlas en todos los colegios, sin entrar en detalles.
Pero durante la charla no hubo ningún tipo de supervisión, y los temas sobre lo que versó la misma fueron el aborto y los anticonceptivos, entre otros.
Pero el escándalo no acaba ahí. También repartieron a algunos alumnos algunos anticonceptivos como el Norplant -un implante hormonal- y realizaron todas estas actividades sin pedir ningún permiso a los padres.
Madre de alumna: Marie Stopes es responsable de poner en riesgo la salud de su hija y el director lo es por negligencia y por entregar la seguridad de las niñas a extraños
«Obviamente, nadie autorizaría tal cosa en una escuela. Vinieron los trabajadores de salud comunitarios que conocemos y en los que confiamos, pero todos estamos tratando de establecer lo que sucedió durante la reunión», se defendió el director.
Protestas por lo ocurrido
Pero las explicaciones son insuficientes para los padres por los actos cometidos. Para la madre de una de las alumnas, que además fue una de las que recibió el anticonceptivo hormonal- Marie Stopes es responsable de poner en riesgo la salud de su hija y el director lo es por negligencia y por entregar la seguridad de las niñas a extraños.
«Estamos conmocionados de que esto haya pasado. Lo que hicieron esas personas alentará a nuestras chicas a involucrarse descuidadamente en relaciones sexuales sin protección y pueden contraer fácilmente enfermedades de transmisión sexual», aseguró Muusya, la madre.
El secretario de Educación de Kitui, el padre católico Julius Muthamba, calificó el incidente de «escandaloso y criminal», y reconoció que el asunto estaba siendo investigado y que los responsables tendrían que rendir cuentas.
«La fuerte oposición católica respecto a los anticonceptivos es ampliamente conocida. Es triste que esto haya sucedido dentro de una escuela que patrocinamos, pero sobre todo es peligroso el efecto negativo de este enseñanza para las niñas», alegó.
El senador de Kitui Enoch Wambua también condenó el incidente. «Es un asunto grave. Exponer a los niños al tratamiento anticonceptivo de cualquier naturaleza sin el consentimiento de sus padres es inaceptable», sentenció.
Wambua: «A los padres no se les permite visitar a sus hijos, pero a los extraños sí se les permite ingresar es una escuela ¡para administrar anticonceptivos»
Para el senador Wambua el Ministerio de Educación también debería investigar el incidente para garantizar a los padres que sus hijos están seguros en las escuelas.
«Pensé que el gobierno había prohibido todas las visitas escolares en el tercer trimestre, ahora que los alumnos se están preparando para los exámenes. A los padres ni siquiera se les permite visitar a sus hijos ahora, pero a los extraños sí se les permite ingresar es una escuela ¡para administrar anticonceptivos a menores!», declaró indignado.
El aborto en África
En Kenia, como en muchos países africanos, el aborto se reconoce como un peligro que se permite solo en casos de riesgo de salud para la madre, inviabilidad del bebé o violación.
Pero la presión de las multinacionales abortistas para ampliar el aborto es constante y muy dura, y cuenta muchas veces con el apoyo de organizaciones internacionales como Cruz Roja o la ONU, esta última incluso presiona con dinero para intentar aumentar los ‘derechos de la mujer’.
Kenia es uno de los países en los que mayor presión existe. Y Mary Stopes es su punta de lanza. Hace pocos meses ya desató otra polémica al focalizar anuncios abortistas en Facebook a las jóvenes del país.
Como en el caso de la imagen que encabeza la noticia, la multinacional abortista pedía calma a aquellas jóvenes que se hubiesen quedado embarazadas con eslóganes como «no sufras estrés, te tenemos».
Obianuju Ekeocha
Esto es precisamente lo que viene denunciando desde hace tiempo la activista provida Obianuju Ekeocha, fundadora de Culture of Life Africa.
“Para que cualquiera sea capaz de convencer a cualquier mujer en África que el aborto es en realidad una cosa buena, primero tienes que decirle que lo que sus padres y sus abuelos y sus ancestros le enseñaron está mal”, dijo ante la ONU Ekeocha. Una tarea en la que parecen que se están esmerando desde Mary Stopes.
Esta activista comenzó su andadura en la defensa de la vida cuando fue despedida por negarse a realizar un aborto en el hospital en el que trabajaba. Después de fundar su asociación, grabó el documental Killing Africa, en el que una antigua empleada de Mary Stopes narra como realizaban abortos a menores de 16 años y la rutina eran los gritos y la sangre.
Ekeocha culpa a Occidente de la implantación que se está haciendo con el aborto y los anticonceptivos en África, lo cual argumenta que es la solución que manejan para todo. Una visión que no existía en África hasta ahora, por eso lo llama colonización.
“Las encuestas muestran de manera abrumadora que los africanos odian el aborto, aborrecen el aborto, tanto mujeres como hombres. Ignorar la voluntad del pueblo es escupir ante el tipo de democracia que se supone que tenemos en los países africanos”.
También te puede interesar:
La supremacía blanca y el exterminio de negros no es cosa de Hitler sino de Planned Parenthood