Un hombre es atendido en un hospital /Youtube
Un hombre es atendido en un hospital /Youtube

California ha aprobado el Acta de Opción al Final de la Vida, un paso que va más allá en la ley de eutanasia. Tras haber sido firmada por el gobernador Jerry Brown en octubre, ahora los médicos ofrecerán la posibilidad de elegir el día en el que una persona quiere morir tras haber elegido muerte asistida.

El procedimiento mortal implica que un doctor administre una dosis letal de medicamentos a un paciente adulto, diagnosticado con una enfermedad terminal. La ley que han establecido es que las personas que soliciten la eutanasia deben padecer una enfermedad terminal.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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Esto debe ser avalado por dos médicos y en caso de que existan dudas sobre la salud mental, deben ser también evaluados por un psiquiatra. Además, los médicos tienen que haber diagnosticado que el paciente no tendrá más de seis meses de vida.

Las organizaciones provida ya temen que haya «posibles abusos» por parte de las instituciones médicas y recuerdan que «esta regulación va en contra de los preceptos religiosos que indican que sólo Dios tiene el poder sobre la vida de los hombres».

Además consideran que puede suponer un negocio para las familias, médicos, compañías de seguros y para el propio Estado. Explican que el suicidio asistido es más barato que muchos tratamientos médicos para los enfermos terminales y personas con discapacidad. En Oregon, ya ha habido casos de pacientes con cáncer que han sido empujados hacia la eutanasia.

Quinto estado en aprobar la ley eutanásica

Los autores de esta ley mortal sostienen que son necesarias para proporcionar «ayuda compasiva a morir a los enfermos terminales». Su inspiración han sido los casos de algunos jovenes con enfermedades terminales que pidieron que los médicos les practicaran la eutanasia.

Brittany Maynard, una joven californiana de 29 años que sufría un tipo invasivo de cáncer cerebral, se mudó a Oregón donde si está legalizada la eutanasia, para poner fin a su vida en 2014.

Miguel Carrasquillo, murió también de cáncer, tras haber solicitado que los médicos le practicaran la eutanasia. El chico dejó grabado un vídeo hablando del dolor que sentía y explicando los motivos por los que pedía que se legalizara, ya que él no disponía de recursos para viajar a un estado en el que fuera legal la eutanasia para elegir «su último día».

El vídeo ha sido difundido por Patricia Portillo, de la organización ‘Compassion and Choices’ y según ha informando a Noticias Telemundo «para mí lo más difícil es saber la manera en la que murió, con tanto dolor (…) No tenemos que llegar a eso».

California es el último estado que se ha unido a lista de países que permiten la eutanasia. En América, ya está legalizada en Oregón, Montana, Washington y Vermont.

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