El Gobierno de Canadá ha destinado casi 9 millones de dólares para financiar abortos y anticonceptivos en el extrajerto, principalmente en África a través de la multinacional del aborto de origen británico Marie Stopes international, a quien se ha adjudicado la mayoría de estos recursos (4,9 millones de dólares). Otros dos millones de euros fueron destinados a la organización IPAS, que se dedica precisamente a la promoción del aborto en todo el mundo.
La organización CitizenGO critica que «un factor que hace que este anuncio sea particularmente notorio es que está sucediendo en medio de la pandemia de COVID-19, en la que el gasto del gobierno canadiense se ha disparado en un intento por mantener a los canadienses a flote durante el cierre económico».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEn una campaña dirigida al primer ministro Justin Troudeau y a la ministra de Desarrollo Internacional, Karina Gould, la organización que promueve la ciudadanía activa en defensa de la vida humana, la familia y las libertades en todo el mundo subraya que «financiar el asesinato de los prenatales en países en desarrollo y organizaciones que han cometido abortos ilegales siempre está mal, pero además es repugnante que Trudeau lo esté haciendo durante una pandemia que ha matado a casi 8.000 canadienses en los últimos cuatro meses».
La campaña que reclama la retirada de la financiación del aborto por parte del Gobierno de Canadá ya ha sido suscrita por 30.000 personas.
CitizenGO denuncia que no es la primera vez que Trudeau ha destinado dinero proveniente del esfuerzo de los contribuyentes para pagar «un régimen mundial de aborto». El año pasado, se comprometió a aumentar la financiación de Canadá para este fin en todo el mundo de 1,1 mil millones a 1,4 mil millones de dólares anuales hasta 2023.
La mitad de esta cantidad se destinaría a la «salud sexual y reproductiva», término que incluye la promoción de la muerte provocada de seres humanos durante la vida prenatal.
Canadá se ha distinguido en los últimos años por promocionar políticas contra la dignidad de la vida humana, el matrimonio como base de la familia o la libertad religiosa priorizando la imposición de la ideología de género.