El centro abortista conocido como Women’s Pavillion, situado en South Bend, Indiana, cerró sus puertas el pasado viernes 18 de marzo. El Departamento de Salud le ha retirado su licencia de explotación tras las numerosas violaciones del código ético y sanitario al realizar abortos y no informar de posibles violaciones a menores.
El abortista en cuestión, Ulrich Klopfer, ha tenido qu devolver su licencia de explotación después de que el Departamento de Salud del Estado de Indiana (ISDH) rechazase su apelación para impedir que le cerrasen el centro. El ISDH notificó a Klopfer su intención de quitarle la licencia que le permitía operar en el establecimiento después de no corregir múltiples deficiencias sanitarias denunciadas por varios inspectores de salud.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora«Recordamos hoy a todos los que han sido víctimas del aborto en nuestra comunidad durante décadas», ha declarado Tom Gill
Tom Gill, presidente de Right to Live, ha reflejado su satisfacción en declaraciones al diario Life Site News. “Recordamos hoy a aquellos que han perdido la vida en Women’s Pavilion y a todas las mujeres y hombres que han sido víctimas del aborto en nuestra comunidad durante tantas décadas”.
“Animamos a las mujeres con embarazos inesperados a buscar las numerosas vías de asistencia que están disponibles en el Condado de San José, que pueden ayudarles a encontrar la verdadera asistencia sanitaria para no tomar como única decisión el aborto”.
Los abortistas realizaron una vigilia durante el cierre de las instalaciones lo cual ha sido visto como una ironía por parte de los defensores de la vida.
“Si bien estamos en profundo desacuerdo con cualquier esfuerzo por conmemorar un negocio que ha traído tanto dolor y daño a las mujeres y a sus hijos no nacidos en nuestra comunidad, decidimos no montar una contra protesta para evitar una confrontación de la que nadie saldría beneficiado. Queremos que cualquier presencia provida sea pacífica”, cuenta Tom Gill.
Klopfer todavía se enfrenta a la posibilidad de que se le retire su licencia médica como consecuencia de los cientos de violaciones del código legal. El abortista no incluyó la información pertinente para poder realizar abortos en sus informes y no denunció casos sospechosos en las que menores de edad podrían haber sido abusadas sexualmente, según se informó tras una redada de la Policía en 2014.
«Klopfer ha puesto en peligro la salud y la seguridad de cientos de mujeres», afirma Cathie Humbarger
“Tras años ofreciendo precarios métodos abortistas, finalmente han puesto al Dr. Klopfer en su sitio”, ha declarado Cathie Humbarger, vicepresidente de Derecho a la Vida en Idiana. “Klopfer ha puesto en peligro la salud y la seguridad de cientos de mujeres que acudieron a él para practicar abortos. Estamos aliviados de que por fin se haya acabado«.
Todo este proceso comenzó gracias a voluntarios provida
Los problemas de Klopfer comenzaron cuando los voluntarios de Derecho a la Vida de Indiana presentaron más de 1.200 quejas contra el abortista por no denunciar el abuso sexual infantil y la información requerida por el Estado sobre el estado de los embarazos de las mujeres.
Las quejas provocaron que el fiscal del condado, Mike Dvorak pidiese a la Unidad de Víctimas Especiales de la Policía que llevase una investigación criminal sobre las actividades del abortorio. La redada de 2014 formaba parte de esta investigación.
Las faltas y violaciones que Klopfer realizó en su centro fueron las siguientes: Falta del cumplimiento con el período de espera de 18 horas entre la firma de los formularios de consentimiento y los abortos; almacenamiento de los restos de bebés en el mismo refrigerador que los medicamentos; tanques de oxígeno y otros equipos de emergencia sin mantenimiento adecuado; no informar de posibles violaciones a menores.
Klopfer informó cuatro meses tarde de una violación
En enero de 2014, Klopfer fue acusado por el condado de Lake, Indiana, siendo condenado a 180 días de cárcel y una multa de 1.000 dólares.
Esta acusación estaba relacionada con un incidente de violación de una menor de 13 años de edad. Klopfer le realizó un aborto a la niña y presentó el informe cuatro meses más tarde, dejando a la niña en riesgo de nuevos abusos sexuales.
El abortista se vio obligado a cerrar temporalmente su abortorio en Fort Wayne, debido a su incapacidad de obtener un acuerdo con el hospital ni un pacto de atención de emergencia en casos graves con otro médico.
Más tarde, se descubrió que Klopfer almacenaba restos de bebés en el mismo refrigerador donde guardaba las medicinas. Después del hallazgo, los funcionarios de la salud pusieron una reclamación para retirarle la licencia de explotación.