El pasado 15 de marzo comenzó la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas en Nueva York (conocida como CSW 65), que durará hasta el 26 de marzo. Y desde la plataforma internacional de CitizenGO, concretamente su directora de campañas en África, Ann Kiosko ha denunciado que “los activistas radicales contra la familia tratarán de impulsar el aborto, el adoctrinamiento de la ideología de género y de imponer una agenda feminista radical”.
«Esta comisión está incumpliendo su verdadera responsabilidad de ayudar a las mujeres de todo el mundo», alerta Kioko, quien explica que «el lenguaje utilizado en algunos párrafos del documento de recomendaciones muestra sus intenciones», como por ejemplo:
- «Garantizar el acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR)»: se refiere a las leyes de aborto y a la promoción del aborto en casa durante Covid-19.
- «Evitar la violencia online contra las mujeres, poder responsabilizar a los medios de comunicación, y a las empresas que gestionan las plataformas de redes sociales, de la eliminación de estos contenidos»: significa eliminar los contenidos provida.
- «Financiación directa a organizaciones de mujeres y movimientos feministas»: significa más dinero de nuestros impuestos para las organizaciones feministas radicales antifamiliares.
Además, señala que en el párrafo 16, «se debería suprimir la palabra ‘sanidad'», ya que «el aborto no es, ni puede ser nunca, considerado ‘sanidad’ (x e y)». Y en el párrafo 12, se debería añadir la frase «garantizar el apoyo a la maternidad».
«A pesar de ser promovida como una conferencia para promover los intereses de las mujeres de todo el mundo, esta Comisión está ahora dominada por feministas radicales antifamiliares cuya agenda principal es erosionar la vida y los valores familiares», insiste la directora de campañas de CitizenGO en África.
Y concluye que «la 65ª Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer es aún más radical» y está centrada en «promover el aborto, la agenda LGTB, defender el feminismo radical en el espacio político e imponer la ‘educación sexual integral’ para los niños y la ideología de género».
En este contexto la plataforma internacional ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas con el objetivo de que se modifiquen los párrafos expuestos anteriormente, que supera las 167.000 firmas de apoyo. Y ha puesto en marcha un autobús en el que se denuncia la agenda radical de la ONU.
En esta línea, Kioko denuncia que el actual borrador de la CSW65 «simplemente ignora la maternidad».
Y añade: «Ni siquiera habla de la muerte maternal que lamentablemente sigue siendo una de las principales causas de muerte evitable en los países de desarrollo. En cambio, el borrador apuesta decididamente por la ‘ingeniería social’. Reclama que se financie a los candidatos políticos ‘con sensibilidad de género’, incluidos -por supuesto- los identificados como LGTB. O sea, un claro ejemplo de injerencia ideológica. ¡Para encima meterse en nuestras casas y en nuestras camas! Todo eso es lo que significa el controvertido término «salud y derechos sexuales y reproductivos” (SDSR por sus siglas en inglés)»
«Es evidente que los redactores del borrador de documento de conclusiones de CSW no quieren proteger a las mujeres, sino destruir la misma idea de familia que tú y yo defendemos», concluye.
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