Dos policías en el comando de atención inmediata (CAI) de La Gaitana, en Suba en Bogotá (Colombia). / EFE
Dos policías en el comando de atención inmediata (CAI) de La Gaitana, en Suba en Bogotá (Colombia). / EFE

Nuevamente Colombia esta sufriendo el ataque de sus enemigos históricos, la izquierda marxista en sus vertientes políticas y guerrilleras.

La semana pasada a raíz de la condenable muerte por abuso policial de un hombre de 40 años que ingería alcohol en la vía pública, se desato una asonada en la que fueron atacadas 50 de los 154 comandos de atención inmediata (CAI) de la policía en Bogotá, varios de ellos fueron quemados. Fue una semana de continuos actos violentos contra el sistema público de transporte, con incendio de varios autobuses triarticulados, así como secuestro de otros, uno de estos transportes secuestrados por los violentos atropello y mato a una inocente ciudadana.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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En total 10 muertes, cientos de heridos y millones de dólares en destrozos a bienes públicos.

Pero quizá lo mas grave fue el constante llamado al odio y de esta forma a las acciones vandálicas del Senador y líder de izquierda Gustavo Petro que busco capitalizar y aumentar el descontento para fines políticos, es decir su candidatura para las elecciones presidenciales en el año 2022.

Igualmente grave y delicada fue la posición de la alcaldesa Claudia López (elegida por el partido verde que surgió del grupo guerrillero M19). En efecto, de manera paradójica se identificó con los que causaron desmanes y destrozos contra la ciudad y la Policía, ella que como alcaldesa es la comandante de la Policía en Bogotá.

Finalmente para mejorar un poco su imagen el domingo 13 de septiembre convoco a una manifestación de reconciliación y paz en la plaza principal de Bogotá, también buscando capitalizar políticamente la situación. Propuso cambiar la Policía, desafiando la autoridad del presidente Duque que ha condenado la muerte por abuso de unos policías, pero defendió la institución. 

Cabe anotar que en esta jornada se volvieron a producir hechos de violencia. Es igualmente contradictoria la actuación de la alcaldesa que condena y prohíbe cualquier reunión en las calles para evitar contagios de coronavirus, pero convoca a una manifestación en pleno centro de la ciudad, contrastando también con la prohibición contra las iglesias a las que se les ha impedido hasta hoy reabrir el culto público. Para sus manifestaciones parece que no valen las restricciones que ella misma impuso.

Y como si esto fuera poco se han presentado proyectos de ley que buscan destruir la vida y la familia.

Se ha presentado el proyecto de «parto digno» que bajo el pretexto de garantizar los derechos sexuales y reproductivos de la mujer en gestación quiere legalizar el aborto. Lo que no ha sucedido en Colombia, pues solo existe una despenalización de la Corte Constitucional que reconoce que el aborto es un crimen, pero que no se castiga en tres supuestos. Quieren legalizar el aborto por la puerta de atrás.

Por otro lado, se está discutiendo el proyecto de ley contra el castigo físico, que está suficientemente prohibido y castigado por la Constitución Nacional, la Ley de Infancia y adolescencia, entre otras leyes y normas. ¿Por qué insistir en esto?, pues para implantar la agenda de la UNESCO y sus ONG´s (agrupados en la “alianza por la niñez”) en Colombia. En efecto en el artículo 5 de este proyecto de ley, declara que el objetivo es cambiar la cultura del país, con una perspectiva de género, diferencial y territorial, comprometiendo a cuatro ministerios con un programa “pedagógico” al que se obligan implementar. Es decir, no solo pretenden destruir nuestra cultura, sino que además paguemos con nuestros impuestos y gestionemos con nuestras instituciones nuestra destrucción.

Estamos bajo ataque, pero combatiendo por el país.

Muchos ciudadanos han salido a limpiar y reparar los comandos de atención inmediata de la policía, miles se han manifestado en contra de esta violencia. Igualmente, decenas de organizaciones ciudadanas de familia e infancia han salido a criticar el proyecto de ley de castigo físico y lo tienen en aprietos; y ya empezó la movilización contra el proyecto de parto digno que más parece de aborto indigno.

Colombia saldrá adelante.

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