La coordinadora y portavoz de Derecho a Vivir, Rosana Ribera, ha afirmado este miércoles que «la única reforma admisible de la ley del aborto es la que tenga como propósito dejar a los niños nacer y no eliminarlos en estado prenatal».
Así se ha expresado la portavoz de la plataforma provida, después de que la ministra de Igualdad, Irene Montero, haya anunciado que llevará a cabo una reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo con el objetivo de «asegurar» que «todas las mujeres» tienen derecho a decidir sobre sus cuerpos.
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Suscríbete ahoraTal y como ha explicado, durante su comparecencia ante la comisión del ramo del Congreso, esta modificación tiene como objetivo «derogar» la reforma que se realizó en 2015, durante el Gobierno del PP. En esta reforma, se incluyó que las menores de 16 y 17 años debían tener el consentimiento paterno o de sus tutores legales para poder abortar.
«¿Por qué la agenda feminista de la señora Montero se convierte en algo urgente con la pandemia? ¿No debería estar el Gobierno, todo su esfuerzo, en salvar vidas en vez de en quitarlas? ¿Por qué lanzan ahora este globo sonda? ¿Será que la ministra de Igualdad no quiere que se hable de ella en relación al 8-M y sus consecuencias ‘mortales’ por COVID-19?», ha planteado Ribera.
Según la portavoz de Derecho a Vivir, «la nueva regulación sería regresar a la ley Zapatero-Aído y permitir el aborto de las niñas entre 16 y 18 años sin el consentimiento –y a veces el conocimiento– de sus padres o tutores».
«Esto es anticonstitucional y es uno de los temas que tiene el Tribunal Constitucional como pendiente de decidir desde la entrada en vigor de la ley en 2010, habiéndose convertido la ley del aborto en la que lleva más años ‘empolvada’ en esta institución», ha subrayado.
Asimismo, considera que esta reforma supondría «un retroceso porque, en primer lugar, se disminuyen las garantías de las menores ante el drama del aborto; en segundo lugar, se impediría a los padres ejercer el derecho de formación y consejo a sus hijos conforme a sus valores, ignorando, además el ejercicio de la patria potestad». «Y, por último y lo más importante, se acabaría con la vida del bebé gestante. No se interrumpe la vida, se acaba con ella», ha recalcado.
Ribera ha afirmado que «de nuevo se adelanta por la izquierda en cuestiones de supuestos derechos anteponiendo un deseo de la mujer –ahora llamado ‘derecho’ a decidir sobre su cuerpo– al derecho de los seres humanos más indefensos del planeta, los niños por nacer».
«Irene Montero se olvida de que si no se respeta el derecho a la vida ningún otro puede tener lugar. Lo que es necesario es que se contemple un aumento de la dotación presupuestaria a las asociaciones de ayuda a la mujer embarazada y se articule un plan nacional de adopción que sea ágil y eficaz», ha concluido.
Por su parte, la Federación Española de Asociaciones Provida ha denunciado que la reforma de la Ley del Aborto anunciada por la ministra de Igualdad, Irene Montero es «injusta» y «contraria a todo derecho y a la conciencia», y pide que se derogue la ley de 2015 pero «no para ampliarla» sino para promulgar otra «que respete el derecho a la vida de todo ser humano desde el momento de la concepción».
«El aborto mata de la manera más cruel a un ser humano inocente en las entrañas de su madre. El aborto provoca a la madre un daño psicológico muy difícil de reparar y también físico, incluso a veces la muerte hasta en los centros más subvencionados y mejor dotados«, ha advertido la presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, Alicia Latorre.