“La muerte producida derivada de la prestación de ayuda para morir tendrá la consideración de muerte natural a todos los efectos, tal y como se desprende de la disposición adicional primera de la proposición de ley de eutanasia, cuyo nuevo plazo para las enmiendas vence mañana miércoles. Matar a españoles se convertirá, con la nueva ley socialista de Pedro Sánchez, en algo ‘natural’”, ha denunciado la coordinadora y portavoz de Derecho a Vivir, Rosana Ribera de Gracia.
La portavoz de Derecho a Vivir ha acusado al Gobierno social-comunista de querer imponer una ley “vistiéndola de consenso cuando no es cierto que lo haya”. En este sentido, ha detallado que las encuestas “constituyen una propaganda sin paliativos”.
“La sociedad no demanda la muerte, quiere vida. La eutanasia, hasta ahora delito en el art. 143 del Código Penal, pasaría a ser un derecho. El Gobierno Sánchez-Iglesias se inventa el ‘derecho a morir’, pretende dulcificarlo llamándolo ‘muerte digna’ mediante una manipulación del lenguaje, envenenando las mentes, diseñando conceptos para enmascarar la realidad: que se administra la muerte a españoles vulnerables”, ha añadido.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora“En la que va a ser la peor crisis económica de nuestra historia, con 27.000 mil fallecidos por coronavirus a día de hoy, según datos oficiales, los españoles vamos a pagar con nuestros impuestos el asesinato de miles de personas al incluirse la eutanasia en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud incluso cuando no haya sido solicitada por el paciente, ya que la proposición de ley establece que podrá aplicarse también “en aquellos casos en los que el médico o médica responsable certifique que el o la paciente está incurso o se encuentre en situación de incapacidad de hecho permanente” (artículo 5.2: I.).
Derecho a Vivir anuncia que está pergeñando una campaña de movilización ciudadana en la que va a desentrañar todas las falacias y trampas que se esconden bajo la pretensión de esta ley de muerte, tales como:
- Pretender vestir la muerte a manos de un tercero como ‘digna’,enmascarando el suicidio o ejecución de una persona, presentando la eutanasia como un ‘derecho’ y obviando por completo su derecho fundamental a la vida cuando está enfermo o se encuentra en situación de mayor vulnerabilidad;
- Contemplar la eutanasia como una solución médica convirtiendo a los profesionales en verdugos que deciden sobre la ‘pena de muerte’ que sería legal, y en un camino sin retorno de compasión hacia el enfermo que multiplicará la actividad eutanásica, traerá cada vez más muerte.
- Crear una ‘lista negra’ de facultativos no favorables a la eutanasia.
- Quebrar la relación médico-paciente y generar desconfianza hacia el sistema sanitario.
- Repetir el engañoso argumento de la libertad individual y concebir, con una visión limitada, la dignidad de la persona únicamente sobre la propia autonomía.
“La eutanasia como herramienta para combatir el sufrimiento es ineficaz puesto que no elimina el dolor sino a quien lo padece. Lo indigno es solucionar la tristeza de las personas ayudándolas a desaparecer. Cuando se legaliza la eutanasia la sociedad camina hacia el abandono de las personas que sufren. El suicidio asistido y la eutanasia no aportan soluciones a la persona que experimenta algún padecimiento.. Las leyes sí deberían garantizar los derechos de las personas al final de la vida. Concretamente, sería deseable que la normativa, en lugar de facilitar el homicidio, universalizara los cuidados paliativos con atención multidisciplinar, la posibilidad de compartir los últimos días con los familiares más próximos (permisos laborales), la tramitación urgente de ayudas familiares y personales de la ley de dependencia…”, ha concluido Ribera de Gracia.