Desde hace tres años, un grupo de entre 45 y 200 mujeres de los Estados Unidos que habrían sido aleccionadas para la realización de abortos a domicilio fuera de los límites de la ley, ya de por sí amplísimos.
Según desvela la periodista Lizzie Presser en el California Sunday Magazine (en un reportaje reproducido por The Guardian) la estimación más conservadora sobre el número de seres humanos que han sido matados antes de nacer a manos de esta trama estaría cercana a los dos millares en tres años.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLas mujeres que forman parte de esta red pasan por unos cursos exprés de dos o tres días. En el caso que se cuenta en el reportaje citado, se asegura que también cuentan en estos cursos con la presencia de embarazadas voluntarias que se prestan a abortar ‘en directo’, mediente el uso de un dispositivo succionador casero inventado en los 70 llamado Del-Em y que se construye con una jeringuilla y unas cánulas. Segun se especifica, las personas que forman parte de esta trama oculta son «mujeres de bajos ingresos que se han sentido frustradas por sus experiencias».
Lo único seguro en el aborto es que un ser humano muere y otro, la madre, puede quedar gravemente dañado tanto a nivel psicológico como físico
La existencia de esta red anula por sí misma el reiterativo argumento de quienes defienden la legalidad del aborto bajo la excusa de que así se acaba con el aborto clandestino y sus riesgos añadidos. No en vano lo único seguro en el aborto es que un ser humano muere y otro, la madre, puede quedar gravemente dañado tanto a nivel psicológico como físico.
Por otro lado, resulta interesante destacar del reportaje cómo quienes acuden a los servicios de estas aborteras clandestinas refieren de forma consistente que el trato recibido en los centros de abortos dista mucho de la imagen que estos negocios venden.
Es el caso de Jean, madre de Natalie, una de estas matarifes de las sombras, que le pidió a su hija que le aplicara sus métodos clandestinos porque años antes había pasado por un negocio abortista y «la habían tratado como ganado».
Cuatro métodos
Aunqeu el manual de aprendizaje que manejan supera ya las 800 páginas, cuatro son las técnicas básicas en las que son entrenadas estas aborteras ilegales: las combinaciones de hierbas, a la más antigua usanza; el uso de misoprostol, que se consigue a través de médicos colegiados dispuestos al tráfico ilegal de estas hormonas; la contrucción de paratos succionadores caseros com el citado Del-Em y, para los más experimentados, su verisón profesional, conocida como MVA.
En algunos de los cursos (se cobra unos 250 dólares por cada alumna), se utilizaron papayas que hacían las veces de úteros para las prácticas con los espéculos.
La actividad como abortera clandestina desafía más de 40 leyes en los Estados Unidos y el abanico de delitos es amplio: practicar la medicina sin licencia, tráfico de medicamentos, manipulación irregular de «material biosanitario», enterramientos ilegales, etc.
Ayudar a abortar estar embarazada al tiempo
Uno de los aspectos más impactantes de la investigación es la frialdad con la que una de las integrantes de la trama explica cómo siguió procurando la muerte de los hijos de sus clientes al tiempo que ella estaba criando una nueva vida.
Alprincipio del embarazo, reconoce que tenía que dar explicaciones a quienes acudían a ella par aabortar: «El hecho de qu esea mi tiempo no significa que sea el tuyo», les decía como forma de esconder la obviedad de que, si dejas que crezca aquello que vas a abortar, el resultado es que eres madre de un hijo vivo y no de uno muerto. Tan es así que a lo laergo de su twercewr trimestre de embarazo ya sólo atendía por teléfono.
Pero la obsesión de esta mujer por seguir procurando abortos parece inagotable, hasta el punto de que estando en el hospital sintiendo contracciones, no dejó de escribir a una de sus clientes sobre el proceso de su aborto: «¿Cómo estás sangrando?»