Tras el fallecimiento este viernes de la niña gallega Andrea, el director del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia, y especialista en Biopatología, doctor Justo Aznar Lucea, ha apuntado a Actuall que no entiende cómo los médicos decidieron finalmente quitar la alimentación a Andrea “cuando su función no es terminar con la vida de los pacientes, sino mantenerlos vivos y cuidarlos”.
En declaraciones a este diario califica el caso de Andrea como una “aplicación de una práctica claramente eutanásica”. Y argumenta: «porque la niña podía respirar por sí misma y estaba tranquila». Aznar considera que lo que han hecho los médicos “es suprimir un remedio que es necesario» para mantenerla en vida.
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Suscríbete ahoraDe hecho, añade que: “pacientes como Andrea hay muchos en España a los que se les cuida y se les da amor y que, de alguna manera, ellos lo sienten».
«Los medios de comunicación le han dado una interpretación más ideológica que mÉdica»
Respecto el impacto mediático y político que ha rodeado el caso de la niña gallega, el director del Observatorio de Bioética considera que los medios de comunicación le han dado «una interpretación más ideológica que médica, y sin ningún fundamento ético».
Puntualizaciones de los expertos
Por otro lado, varios expertos del Observatorio de Bioética, indicaron el jueves que “en esta decisión se mezclan conceptos médicos erróneos, pues mantener una hidratación paulatinamente menor no conduce a la sedación de la paciente sino a activar un proceso de muerte lenta”. “Para la sedación existen técnicas médicas concretas”.
Igualmente, señalaron que “equiparar esta práctica a un tratamiento paliativo es lo más alejado de la realidad médica dado que los tratamientos paliativos están dirigidos a proporcionar a los pacientes en fase terminal los cuidados necesarios para que dicha etapa sea lo más favorable en lo que afecta a su sufrimiento, y en este caso lo único que se hace es propiciar la muerte de la paciente”.
