El Tribunal Supremo de EEUU ha rechazado autorizar una polémica ley de Dakota del Norte, que prohibía a las mujeres del estado abortar cuando los médicos pudieran detectar un latido en el feto, lo que ocurre generalmente seis semanas después de la concepción.
La ley de Dakota del Norte, promovida por los republicanos del estado, nunca llegó a entrar en vigor, pero se convirtió en un emblema para aquellos que se oponen al aborto al considerar la medida como una de las más notorias propuestas en Estados Unidos.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraCon esta decisión, los nueve jueces del Alto Tribunal se ponen del lado de la clínica demandante, Red River Women’s Clinic, ubicada en la ciudad de Fargo y la única que puede practicar abortos en Dakota del Norte, estado tradicionalmente conservador, cristiano y agrícola, según recoge EFE.
«Revisión negada», dictaminaron este lunes los magistrados en una breve notificación judicial, con la que respaldan la negativa que el año pasado dieron a la ley tres jueces de la Corte de Apelaciones del Octavo Circuito, nombrados todos ellos por el presidente republicano George W. Bush (2001-2008).
Aunque esta petición haya sido denegada, en marzo los nueve magistrados de la máxima instancia judicial del país considerarán uno de los casos más controvertidos de los últimos años relativo al aborto, sobre el que debe pronunciarse antes de junio próximo.
En este caso, revisarán una conflictiva ley de Texas, promulgada en 2013 y que provocó el cierre de la mitad de las clínicas donde se practicaban abortos en el estado.
El Alto Tribunal abrió en 1973 las puertas a la práctica del aborto en el país con un histórico fallo, en el que concluyó que una mujer, junto con un equipo médico, puede optar por abortar en los primeros meses de embarazo sin cortapisas legales, aunque con restricciones si el estado de gestación es más avanzado.
El fallo de 1973, en el caso «Roe vs Wade», técnicamente no indicó que el aborto sea legal, sino que declaró inconstitucional la interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre la continuación de su embarazo.
Por eso, en los últimos años, numerosos estados han promulgado restricciones al aborto alegando proteger los derechos religiosos de quienes proveen los seguros médicos, lo que ha obstaculizado el acceso a las prácticas abortivas en gran parte del territorio estadounidense.