Ellinor Grimmark y Linda Steen, matronas suecas objetoras al aborto. /ADF
Ellinor Grimmark y Linda Steen, matronas suecas objetoras al aborto. /ADF

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha rechazado admitir a trámite una solicitud de dos matronas suecas Ellinor Grimmark y Linda Steen que fueron despedidas por declarar su objeción de conciencia a la práctica de abortos.

«Elegí ser partera porque quería ayudar a traer vida a este mundo. No puedo entender por qué el gobierno sueco se niega a aceptar mis convicciones de conciencia. Ahora estoy trabajando en Noruega, donde se respeta mi conciencia, pero nadie puede explicar por qué Suecia no puede hacer lo mismo «, explicó Ellinor Grimmark después de presentar su caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos hace cuatro años.

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El director adjunto de ADF International Robert Clarke califica de «decepcionante» la deicisón del Tribunal Europeo de Derechos Humanos al tiempo que considera que «una sentencia positiva del Tribunal habría sido un paso importante en la protección del derecho a la libertad de conciencia».

A su juicio, «los profesionales médicos deberían poder trabajar sin verse obligados a elegir entre sus convicciones profundamente arraigadas y sus carreras. A pesar de que la libertad de conciencia está protegida como un derecho fundamental en casi todos los demás países europeos, la decisión marca una oportunidad perdida para defender esta importante protección en Suecia».

«En su breve decisión escrita, el Tribunal acordó que Suecia había interferido con los derechos de estas parteras. Sin embargo, al no abordar el caso, la decisión marca un alejamiento peligroso del propósito del Tribunal en la protección de las libertades fundamentales «, aclara Clarke.

Según detalla ADF, a Steen se le dijo: ‘No es nuestra política ni nuestro enfoque dejar ninguna apertura para una cláusula de conciencia. No tenemos la capacidad ni la intención de trabajar con tales excepciones». Por su parte, Grimmark se enfrentó a una situación similar. El Tribunal del Condado de Jönköping falló en su contra y le ordenó pagar las costas legales por un total de 150.000 euros.

«El derecho internacional claramente proporciona protecciones para el derecho a libertad de conciencia. Nadie debería verse obligado a decidir entre su profesión y su conciencia. En lugar de obligar a las matronas y otros profesionales médicos a abandonar su profesión, Suecia debería buscar salvaguardar sus convicciones morales», segura Paul Coleman, director ejecutivo de ADF International.

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