Un pequeño grupo de personas se concentró este jueves en la madrileña plaza de Callao en el primer aniversario del sacrificio de Excálibur, el perro de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que sobrevivió al virus del ébola, para protestar por su muerte.
Los manifestantes exigieron responsabilidades al gobierno y reclamaron leyes que protejan a los animales, víctimas constantes de un sistema que no les tiene en cuenta. Actuall acudió también a la concentración para saber la opinión de los presentes sobre otros seres indefensos, sin protección en la ley española, y que además se sacrifican a diario: los no nacidos.
Aunque con algunos matices, la mayoría de los asistentes mostró indignación por lo ocurrido con el perro Excálibur mientras que el aborto sólo produjo indiferencia, pues casi todos consideran que se trata de un derecho de la mujer.
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