“El error común en nuestra sociedad es pensar que tenemos el derecho de tener hijos”, a esta conclusión ha llegado la enfermera pediátrica, fundadora y presidenta del Center For Bioethics and Culture Network (CBC) Jeniffer Lahl, que ha visitado España para presentar una serie de estudios de bioética sobre los vientres de alquiler en España.
El negocio de los vientres de alquiler está muy extendido en el mundo, sobre todo en Estados Unidos, Latinoamérica, India y Tailandia, donde por 20.000 dólares puedes contratar a una mujer que geste al bebé.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLa fundación Jerôme Lejeune ha invitado a Jennifer Lahl para que explique las graves violaciones que sufren madre-hijo en el negocio de los vientres de alquiler.
“No hay derecho para usar la tecnología y el cuerpo de otros para traer bebés a este mundo. Se produce una explotación de la madre gestante, que está sometida completamente a la voluntad de quién paga, el bebé termina siendo un producto de consumo y hay que destacar lo graves riesgos de salud que existen”, asegura Lahl.
«El altruismo constituye el mínimo de los casos, y ha dado paso a un negocio de explotación de las mujeres y de los ninos»
Lahl ha explicado que actualmente hay dos tipos de maternidad subrogada, «se puede dar de manera altruista o de manera remunerada, sin embargo el altruismo constituye el mínimo de los casos, y ha dado paso a un negocio de explotación tanto de las mujeres como de los ninos. En realidad la maternidad subrogada altruista no existe, es una falacia, es puro negocio”.
Según los datos, no siempre se recurre a un vientre de alquiler por infertilidad de los padres demandantes, sino que hay muchos factores sociales que afectan, incluso ya se dan casos en los que se tienen entre familiares. “Ya se puede ver que una mujer tiene el hijo de su hermana, o una madre que tiene a su propio nieto, los límites se están sobrepasando”, ha asegurado.
Además el riesgo en un embarazo de este tipo es muy elevado. “Da igual el contexto en el que se presente el embarazo, siempre hay daños, muchos más que en un embarazo normal”, confirma la enfermera pediátrica. Según cuenta, en octubre de 2015, una madre de Ohio (Estados Unidos) murió por complicación en el embarazo.
«En el quinto embarazo de vientre de alquiler una mujer murió junto a los gemelos que gestaba por complicaciones en el embarazo»
“Esta mujer era madre de familia, tenía dos hijos pequeños, pero desde hacía varios años había gestado a cuatro bebés para otras parejas, durante el quinto embarazo de alquiler fue inseminada con gemelos, al sexto mes, por una complicación de salud, murieron tanto la gestante como los gemelos”, explica.
“Los riesgos están ahí, hay que tener en cuenta que puede haber hasta cinco personas involucradas en la gestación de un nino, entre donantes, individuos que compran y madre gestante. Como enfermera pediátrica diré que el riesgo es muy alto y más si una mujer se insemina muchas veces de familias diferentes”, asegura.
Junto a Jeniffer Lahl estuvo Mónica López Barahona, presidenta de la Fundacion Jerôme Lejeune España y doctora en Ciencias Químicas con especialidad en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad Complutense de Madrid, quién hablo sobre los tipos de contratos que tiene que firmar la madre subrogada, según explica las mujeres gestantes están bajo un estricto contrato en el que no son libres.
Los contratos de las madres gestantes son muy estrictos: qué puede comer, cuantas horas dormir, si puede o no fumar y por supuesto los padres deciden si tiene que abortar
“Para empezar, un parto de vientre de alquiler siempre se hará por cesárea, para evitar el vínculo tan fuerte que hay entre madre e hijo cuando nace por parto natural. Además, los que compran al bebé podrán decidir durante el embarazo qué debe comer la madre, si debe tener una dieta vegetariana, qué debe beber, cuánto puede fumar, si debe hacer deporte, cuántas horas dormir…»
«Los demandantes deciden si abortar al bebé o incluso si hacer una reducción fetal si vienen gemelos”, alega López Barahona.
«El 10% de las mujeres necesitan ayuda psicológica después de dar a luz al bebé»
Según López Barahona, el trauma post embarazo al tener que dar al bebé es algo real. “Aunque biológicamente la madre gestante solo haya puesto el útero, el vínculo es real, hay células del bebé que se quedan en la madre y viceversa. El 10% de las mujeres necesitan ayuda psicológica después de dar a luz al bebé”.
La separación drástica entre la madre y el hijo tiene consecuencias en ambos: “Por mucho que la madre sepa lo que va a dar, el vínculo es muy fuerte y en cuanto al nino, es peor porque solo hay una cosa que sabe el bebé y esa es su madre. Durante el embarazo escucha su voz, siente su cuerpo y se alimenta de ella, cuando les separan puede haber muchos traumas futuros”, sentencia.