Ganesh Rakh, es un médico indio que nunca pensó que su batalla personal para luchar contra el aborto de ninas implicaría a miles de médicos que defienden su causa. De joven quería ser boxeador profesional y finalmente, se ha convertido en un autentico luchador en la defensa por la vida.
Con la campaña Save the baby girls ha conseguido que más de diez mil médicos se comprometan a «atender el nacimiento de una niña o más de manera gratuita y celebren su vida como lo hacemos nosotros».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraRakh nació en una familia muy pobre en la India, por lo que desde que era muy joven aprendió lo que significaba trabajar duro. Su ilusión era llegar a convertirse en una estrella del ring pero finalmente cedió a los deseos de su madre y consiguió una beca para ir a la facultad de Medicina.
Desde entonces trabajó día y noche como ginecólogo en clínicas privadas y acudiendo como médico particular a las casas. En 2007, decidió trabajar para su propio hospital y abrió una clínica privada en la ciudad de Pune. A día de hoy, su hospital cuenta con 35 empleados y unas 50 camas para atender a mujeres embarazadas.
Lo peor que te puede pasar en la India: dar a luz a una niña
En este momento se dio cuenta que el prejuicio que tienen los indios contra las hijas era mayor de lo que pensaba. Rakh explica que para los médicos «lo más difícil es anunciar a los familiares que un ser querido ha muerto».
Sin embargo, para él también lo era anunciar que el recién nacido era una niña: «Los familiares y las madres lloran desesperados porque consideran la continuidad de la propia descendencia más importante que la vida».
«A pesar de que se prohibió la selección de sexos, se sigue sin respetar la legislación»
Además, añade que muchas mujeres no abortan porque tienen la esperanza de que tomando los brebajes que preparan los chamanes de sus ciudades, finalmente nazca un hijo varón. Considera que es un problema de una mentalidad muy arraigada y que además, no se aplica la ley que se aprobó hace ya varios años: «Aunque en 2003 se prohibió la selección en base al sexo, castigando a los médicos, se sigue sin respetar la legislación».
La culpa la tiene la corrupción y la conformidad del gobierno, «que no hace nada para sensibilizar sobre este tema sino que cierra los ojos ante la actuación de numerosos centros en los que se realizan tests diagnósticos con el fin de abortar a las ninas».
Rakh trabaja gratis para que no aborten a las ninas indias
En 2011, el médico indio decidió que no podía quedarse impasible viendo como el número de ninas que nacían cada año descendía y por ello, ha optado por atender gratuitamente los nacimientos de ninas. Rakh ha explicado que ahora su hospital parece estar en una fiesta permanente: «Las familias acuden a nosotros porque saben que se da a luz gratuitamente y poco a poco la mentalidad cambia. Aunque no ha sido fácil».
Para llegar hasta aquí, el médico ha tenido que superar diversas dificultades económicas y aunque su familia inicialmente no le apoyó, su padre le alentó «a seguir haciendo el bien, diciéndome que, si era necesario, se ponía a trabajar de nuevo de mozo».
Rakh afirma que su deseo es que «todas las ninas indias puedan llegar a nacer»
Rakh empezó a trabajar más horas al día y a visitar al doble de pacientes para » ganar suficiente dinero y continuar con mi obra». El médico ha explicado que a menudo trabaja también por las noches «para no tener que pagar a otro doctor» y por ello, disfruta de cada minutos que tiene para estar con su familia: «ellos son mi ocio y a veces me siguen por en la batalla de sensibilización del país».
Una batalla con la que el médico pretende hacer ver a las madres que quieren hijos varones que «deben ser felices porque Dios es omnipotente y es él quien quiere que sea una niña». Afirma que él solo no puede cambiar la mentalidad de los indios pero desea que «todas las ninas indias puedan llegar a nacer».