Cuando nació la prematura bebé Hailie Dillon, su madre dijo que parecía un alienígena rojo. Cheri Price perdió el tapón y comenzó a tener contracciones con tan solo 20 semanas de embarazo. Fue al hospital que había en la Isla de Wight (Reino Unido), pero los médicos se negaron a ayudarla puesto que lo consideraron un «aborto tardío». Sin embargo, milagrosamente Hailie sobrevivió, y ahora es una niña sana de un año de edad.
Price viajó con su novio Tim Dillon, a más de 250 millas hasta llegar a Darlington para buscar mejores opciones de atención médica, así como para estar más cerca de su familia, tal y como ha informado LiveActionNews.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraDurante el viaje de ocho horas, Price tuvo contracciones. Hailie nació el 23 de febrero de 2017 con tan solo 23 semanas y seis días de gestación, un día menos que el límite del aborto en Gran Bretaña que son 24 semanas.
Cheri Price: «Todavía estaba en la etapa de feto y no parecía un bebé en absoluto; no podíamos creer que sobreviviera»
Al principio, las cosas se veían difíciles para la pequeña Hailie. Después de nacer, no respiró durante siete minutos y tuvo que ser reanimada. «Todavía estaba en la etapa de feto y no parecía un bebé en absoluto; no podíamos creer que sobreviviera», relata la madre de la pequeña.
«Desde que nació, la pusieron en una incubadora y no pudimos tocarla, pero veíamos todas las venas de su cerebro a través de su piel roja», recuerda Price. A la par que señala que Hailie pesaba solo una libra (450 gramos). Además, la pequeña sufrió un colapso pulmonar y la familia no pudo abandonar el hospital durante tres meses, esperando ver si sobrevivía.
No abrió los ojos, ya que habían sido fusionados, y sus retinas no se estaban desarrollando correctamente. Los médicos temían que fuese ciega, y le diagnosticaron ROP en etapa tres (retinopatía del prematuro). Pero después de visitar a varios especialistas, la vista de Hailie se salvó. Finalmente se le permitió ir a su casa el 19 de junio, cuatro meses después de su nacimiento.
Price no se contuvo en su crítica sobre el hospital de la Isla de Wight. «Muchas veces pensábamos que la perderíamos porque no hemos tenido ayuda en absoluto», cuenta.
La humanidad de los no nacidos
El Real COlegio de Obstetras y Ginecólogos ha declarado las 24 semanas como el punto de la viabilidad y que tratar a un bebé prematuro antes de este punto plantea un «gran desafío médico y ético». Solo después de las 25 semanas hay un acuerdo general que señala que se debe ofrecer atención médica.
Sin embargo, una nueva investigación ha descubierto que hasta el 71% de los bebés prematuros, incluidos los nacidos a las 22 o 23 semanas, pueden sobrevivir si reciben atención.
Los avances médicos han impulsado el punto de la viabilidad cada vez más temprano en el embarazo, con bebés como Frieda Mangold que sobrevivió después de haber nacido con solo 21 semanas. La supervivencia de estos bebés prueba la humanidad de los niños por nacer; después de todo, nada cambia entre el embarazo y el parto, salvo la ubicación.
Todos los bebés prematuros como Hailie son seres humanos que merecen protección, no están condenados a muerte por el aborto, y por eso merecen la mejor atención médica.