La clínica Dator es uno de los grandes símbolos del abortismo en España. En ella se producen cada año miles de abortos, miles de ninos a los que se les arrebata la vida y madres a las que se les roba la esperanza.
Por ello, HazteOir.org ha iniciado una campaña para intentar cerrar el que es el mayor abortorio del país. Y para uno de los puntos centrales de esta iniciativa el presidente de esta plataforma ciudadana, Ignacio Arsuaga, ha invitado a todos aquellos que quieren defender la vida a una vigilia frente a las puertas de Dator para aumentar la presión sobre este lugar y denunciar lo que sucede en su interior.
Este acto, en el que se recordará a los 100.000 bebés que son asesinados en España cada año, se llevará a cabo a las 19.30 horas de este 22 de septiembre en la calle Hermano Gárate, 4.
Los primeros pasos de esta campaña para cerrar esta clínica consistieron en entregar más de 150.000 folletos informativos a las más de 18.000 familias del barrio en el que se encuentra situada la Dator. Además, se colocaron carteles así como anuncios en las redes sociales para mostrar la realidad de este centro abortista.
A partir de ahora, el despliegue será mucho mayor. Durante la vigilia está previsto que la organización llene de pequeños ataúdes blancos las puertas del abortorio para acercar a la sociedad el cruel destino de los ninos que mueren cada día en este centro.
Además, se repartirán libros informativos en los que se explican las consecuencias del aborto y la importancia de defender el derecho a la vida. Durante esta semana, HazteOir.org repartirá nuevos folletos con todos los datos de convocatoria y una caravana recorrerá las calles del barrio con textos e imágenes de denuncia.
Asimismo, la Ambulancia Vida ayudará a los rescatadores que acuden a las puertas de Dator. Se trata de una iniciativa de Derecho a Vivir con la que se pretende ofrecer a las mujeres que acuden a este centro una alternativa antes de que entren al centro abortista.
El objetivo es situarla frente al centro abortista Dator, con un ecógrafo portátil y un médico que muestre a las mujeres que lo deseen una ecografía para que puedan ver y oír el latido del bebé.
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