El colectivo cívico provida Fundacja Pro ha emprendido en Polonia la campaña Stop aborcyjnym (Stop aborto), para promover la iniciativa legislativa popular que insta al Parlamento a derogar la actual ley del aborto, mixta de plazos y supuestos, y se apruebe otra de aborto cero (ver texto del proyecto de ley, aquí), que endurezca las penas contra quienes atenten contra el derecho a la vida con este crimen.
La actual ley polaca permite el aborto hasta las 25 semanas en tres supuestos: “riesgo para la salud” de la madre, violación o incesto o por “inviabilidad” del no nacido-. La iniciativa provida recogió en unas horas las 100.000 firmas ciudadanas que precisaba para su toma en consideración por el Legislativo.
Entre los importantes apoyos recabados figura el de destacados miembros del gobernante partido Ley y Justicia, con mayoría absoluta en el Parlamento, lograda en las pasadas elecciones de octubre bajo el compromiso electoral de emprender profundos cambios en el país en defensa de los valores innegociables que defiende el humanismo cristiano.
La propia primera ministra, Beata Szydlo, preguntada al respecto un programa radiofónico el pasado 31 de marzo y aun reconociendo que de momento su gobierno no se planteaba presentar el proyecto, se ha mostrado partidaria de debatir en el Parlamento esta reforma para abolir el aborto.
Proabortistas intentan acallar el apoyo católico a la iniciativa
También la Iglesia Católica ha mostrado su apoyo. En una nota de la Conferencia Episcopal, leída el pasado domingo al término de las Eucaristías celebradas en las iglesias del país, los obispos polacos advierten que la actual legislación no defiende totalmente el derecho a la vida al permitir el aborto en tres supuestos y apoyan la prohibición total del aborto.
Los prelados animan además a los polacos a defender la vida humana desde la concepción sin excepciones, recordando que la posición católica en este sentido es «clara e inmutable».
Esta declaración desataba el pasado fin de semana las iras del feminismo radical: proabortistas interrumpieron aparatosamente en varias parroquias de Varsovia la lectura del comunicado, y se sirvieron de las redes sociales para jalear y caldear su rechazo, animando a realizar protestas callejeras ante el Parlamento en Varsovia y en otras diez ciudades del país que resultaron muy minoritarias, aunque no exentas de sus habituales consignas anticlericales, comenzando por su lema, que tildaba de “torturadores de las mujeres» a quienes apoyan esta reforma legal por la vida.
“Cada día hay el aborto se cobra tres nuevas vidas en Polonia. No hay lugar para la espera”
“Cada año, en Polonia se asesina legalmente a más de 1.300 ninos, más del 94% de ellos debido a la sospecha de su enfermedad. Cada día, tres nuevas víctimas. En estas circunstancias, no hay lugar para la espera o la adopción de medidas de eficacia incierta”, sostienen desde Fundacja Pro.
“Necesitamos una campaña que influya ampliamente en la opinión pública y se dirija a derogar el aborto tan pronto como sea posible. Debemos mostrar la verdad sobre qué es el aborto. Animamos a todos a que se unan a nosotros, eligiendo la vida”, concluyen desde la organización provida, cuya campaña se puede firmar aquí y que ofrece además otras formas de colaborar.
“La lucha polaca es la de todos los provida del mundo”
En declaraciones a Actuall, el portavoz en España de Priests for Life (Sacerdotes por la Vida, colectivo provida que está apoyando firmemente la campaña en Polonia), Custodio Ballester, celebra la iniciativa parlamentaria como “la acción política más audaz desde la Segunda Guerra Mundial”.
“Un Parlamento soberano, que goza del apoyo de la mayoría del pueblo polaco, quiere que el aborto sea considerado un delito contra la vida humana. Esta propuesta honra a la nación polaca y pone en evidencia la dictadura gay-abortista de la UE y la ONU a la que están sometidas las naciones europeas”, afirma Ballester.
En este sentido, alienta también a no desfallecer ante los obstáculos que afrontará este empeño: “Numerosos grupos de presión harán una furiosa campaña para coartar la libertad de Polonia para decidir su destino. ¡Pero la lucha de Polonia es la lucha de todos los Prolife del mundo! ¡La resistencia de Polonia a los proyectos destructores de la UE debe ser también la nuestra!”, concluye.
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