Poco le ha durado la libertad a Mary Wagner, la activista provida condenada a prisión por intentar rescatar bebés de centros de aborto. Como Wagner ya cumplió tres meses en la cárcel a espera de juicio, la sentencia es de 90 días, de los cuales Wagner cumplirá 60, según ha dicho su abogado Peter Boushy a LifeSiteNews después del juicio.
Wagner se quitó la Medalla Milagrosa y el escapulario y se la entregó a un amigo. El policía la esposó y se la llevó al tiempo que unos 40 compañeros de Wagner permanecián de pie contemplando la escena dentro del juzgado.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraAntes de que el juez Neil Kozloff pronunciara la sentencia en el tribunal, Wagner le pidió que pensara en «el otro elefante en la habitación [expresión anglosajona para eferirse a algo conocido por todos, pero de lo que nadie habla]: el pequeño, el no nacido, que según la ley canadiense no es un ser humano». Wagner, de 44 años, se refería a las palabras de Kozloff del 7 de marzo, cuando el juez dijo que «quería abordar al elefante en la habitación», (una frase que utilizó ante la negativa de Wagner a aceptar la condición de libertad bajo fianza para mantenerse alejada de los centros de aborto).
«Me siento obligada a ir al centro de aborto para proteger a los bebés por nacer, para hacer lo que pueda para llegar al corazón de sus madres»
Cuando se reanudó el procedimiento el 12 de julio, Wagner le dijo a Kozloff que «no debería haber clínicas de aborto» y que ella estaba respetando la ley. «Me siento obligada a ir al centro de aborto para proteger a los bebés por nacer, para hacer lo que pueda para llegar al corazón de sus madres», dijo.
Wagner se declaró inocente del incumplimiento de la libertad condicional, cargos derivados de su arresto en el centro de aborto ubicado en el quinto piso de un edificio médico en 960 Lawrence Avenue West.
Ella y un acompañante ingresaron al centro de abortos portando rosas rojas y literatura antiabortista e intentaron persuadir a las mujeres en la sala de espera para que eligieran la vida de sus hijos por nacer.
«Para mí es evidente que ella no se disuade de violar la ley. De hecho, ella cree que está, cito, defendiendo la ley», señaló Kozloff
La fiscal de la Corona, Kasia Batorska, argumentó que la Corona había demostrado más allá de toda duda razonable que Wagner incumplió una orden de libertad condicional de no estar a menos de 100 metros de cualquier centro de aborto en Ontario, y produjo daños al interferir con la operación legal de un negocio. «La mera presencia de la Sra. Wagner fue suficiente para detener la operación de la clínica», le dijo a la Corte.
«Entre el personal del centro de abortos llamando a la policía a las 9:28 de la mañana y el arresto de Wagner a las 10:00, estamos hablando de una interrupción de al menos 30 minutos», dijo Batorska. «Según mi recuento, esta es la decimocuarta ofensa de (Wagner) en los últimos 18 años», dijo, describiéndola como una «delincuente en serie».
«Para mí es evidente que ella no se disuade de violar la ley. De hecho, ella cree que está, cito, defendiendo la ley», señaló Kozloff. «Si las personas son libres de ignorar las órdenes judiciales porque creen que su fundación es inconstitucional, la anarquía no puede estar muy atrás», dijo Kozloff, citando una sentencia del Tribunal Supremo.
También te puede interesar:
Año y medio de cárcel para la activista canadiense Mary Wagner por intentar evitar un aborto