Hace más de un año, Annemarie (no es su nombre real) entró en una clínica de Planned Parenthood de California. Llegó sola al centro de abortos; nadie más sabía de su embarazo ni de sus planes de abortar. Annemarie, que ya era madre de un hijo, recuerda haber pensado que «no estaba preparada para tener otro bebé».
Una ecografía y un panfleto más tarde, le preocupaba el aborto químico. Annemarie recuerda haber visto las pastillas en el vaso y haber necesitado más tiempo. Pero el personal le dio dos opciones: «Tomar las pastillas o reprogramar» [la cita].
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraSe sintió urgida y admite que estaba «pensando rápido». Annemarie decidió tomar la primera pastilla. Pasadas 24 horas -en casa- debía tomar la segunda medicación para completar el aborto de su bebé.
Annemarie no pudo escapar de la verdad de que «en realidad un ser humano estaba creciendo dentro» de ella. Uno con voz
Al irse, se dio cuenta de que «no pensaba las cosas correctamente», ya que estaba lidiando con la conciencia de «matar a un ser humano». En casa, había mucho sangrado y coágulos, evidencia de que la primera píldora estaba haciendo lo que estaba destinada a hacer. Annemarie se preguntó si «uno de los coágulos era su bebé». “Fue muy aterrador y no sabía qué hacer”, dijo.
Annemarie no pudo escapar de la verdad de que «en realidad un ser humano estaba creciendo dentro» de ella. Uno con voz.
Annemarie explica que en su interior podía escuchar a su bebé preguntar: «¿Por qué nace mi hermano y no yo?».
Era una pregunta que Annemarie no pudo responder y la obligó a buscar. Se conectó a Internet buscando cualquier opción posible para deshacer su decisión de abortar. Incluso aún recuerda lo que escribió en la barra de búsqueda de Google: «Si no tomo la segunda píldora, ¿puedo salvar a mi bebé?»
Y ahí, en los resultados, llegó una respuesta que salvó vidas.
Había otra opción para ella y su bebé -una elección dentro de su elección aborto-: la píldora de reversión del aborto (APR) a través de la Abortion Pill Rescue Network (APRN).
La APR es un protocolo médico que, si se inicia antes de tomar el segundo medicamento en un aborto químico, les da a las mamás una segunda oportunidad de elegir la vida para sus hijos por nacer .
El protocolo implica recetar progesterona, la hormona natural en el cuerpo de una madre embarazada que sostiene su embarazo. La APR es una aplicación reciente de un tratamiento aprobado por la FDA que se ha utilizado durante décadas para detener los abortos espontáneos y ha tenido éxito cuando se ha iniciado hasta 72 horas después de que se tomó el primer fármaco abortivo, aunque los mejores resultados se obtienen cuando se inicia la reversión dentro de las 24 horas.
Annemarie admite que sospechaba y se preguntó si la información que encontró sobre la reversión de la píldora abortiva era cierta. Pero alrededor de las 2 de la madrugada de la mañana siguiente, Annemarie supo que necesitaba a alguien que la ayudara.
Aunque reconoce que no es religiosa, Annemarie recuerda que «acaba de empezar a rezar». “Quería ayuda y de repente la recibí”, dijo Annemarie.
Annemarie recibió una ecografía y vio los latidos del corazón de su hijo antes de nacer de seis semanas. La píldora abortiva aún no había cumplido su propósito
Su búsqueda en Internet la había conectado a Option Line, el centro de contacto de Heartbeat International las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y los consultores la conectaron con un centro de ayuda para el embarazo afiliado a Heartbeat, que también forma parte de la APRN.
Annemarie recuerda la respuesta cuando comenzó a enviar mensajes de texto a través de Option Line: «Dijeron: Te podemos ayudar».
Option Line conectó a Annemarie con una clínica afiliada a APRN que podría proporcionar el protocolo APR. Pero la clínica estaba a casi cuatro horas de distancia. La distancia era abrumadora; Annemarie pensó en darse por vencida. Pero la APRN, en la práctica de salvar vidas, no se rindió.
Los representantes de APRN se comunicaron con un centro local de atención para el embarazo más cercano a Annemarie, también afiliado de Heartbeat. Un miembro del personal del centro se comunicó con Annemarie a las 4 de la mañana de esa mañana, aún menos de 24 horas desde que tomó la primera pastilla.
Luego vino una serie de eventos que salvaron vidas.
El primero: una visita al centro local de emergencias para obtener una ecografía y ver si su bebé todavía estaba vivo. Annemarie recuerda la respuesta del personal médico: “Bueno, tomaste la píldora abortiva, claro que vas a abortar. Solo toma la segunda pastilla».
Recuerda haber preguntado si su bebé todavía estaba vivo. «No me dijeron si el bebé estaba allí o no», recordó. Y luego, una respuesta. “Estaba llorando y la señora de la ecografía me dijo: Veo un latido del corazón, eso es todo lo que puedo decirte”, recordó Annemarie.
El personal todavía aconsejó a Annemarie que «continuara con su píldora abortiva». Salió de la sala de emergencias con esperanza: un latido del corazón. Annemarie sabía que tenía que ir a la clínica APRN, pero no tenía forma de llegar.
En realidad, pensó que no tenía forma.
La persona del centro de ayuda para el embarazo, la mujer que habló por primera vez con Annemarie a las 4 de la madrugada, llevó a Annemarie a la clínica durante casi cuatro horas para la intervención que necesitaba su bebé.
Allí, Annemarie recibió una ecografía y vio los latidos del corazón de su hijo antes de nacer de seis semanas. La píldora abortiva aún no había cumplido su propósito.
Annemarie comenzó a recibir tratamientos regulares de progesterona durante los siguientes meses. El embarazo continuó, al igual que el apoyo que Annemarie encontró en Internet esa primera noche.
“Todo el tiempo la mujer del centro de ayuda para el embarazo siempre ha estado ahí ayudándome”, dijo Annamarie.
Entonces, ¿cómo terminó su historia? Bueno, no lo ha hecho. El bebé de Annemarie está aquí, respirando y viviendo su historia. Tiene siete meses. Está sano y, según Annemarie, «perfecto».
Durante una entrevista telefónica con Pregnancy Help News , Annemarie consideró lo que podría haber sido: “No puedo imaginarme sin él”, dijo. «Siempre pensé que otro bebé sería más complicado, pero mis hijos se aman y yo soy mucho más feliz ahora». “Me alegra que estuvieran allí”, dijo Annemarie sobre las personas que la ayudaron a salvar la vida de su bebé.
«(Planned Parenthood) en realidad no me dijo nada sobre (APR)», dijo Annemarie, «ni siquiera el hospital me dijeron nada al respecto». A pesar de que las estadísticas dicen que se han salvado más de 2.000 bebés a través del protocolo APR, nadie mencionó esta opción a Annemarie.
En el caso de Planned Parenthood, esta omisión es intencionada por el propio gigante del aborto. Para el proveedor de servicios de aborto más grande del país, que se autopromociona con la palabra “elección”, la reversión de la píldora abortiva no es una opción que deba respaldarse.
Ahora, lejos de esa noche aterradora, Annemarie cree que las mujeres deberían recibir mejor información antes de elegir un aborto, incluida información sobre la opción de cambiar de opinión.
Christa Brown, directora de Medical Impact de Heartbeat International, está de acuerdo con Annemarie:
“En Abortion Pill Rescue creemos que una decisión informada es la mejor decisión. Incluso después de comenzar un aborto químico, existe la esperanza de continuar un embarazo con el protocolo de reversión de la píldora abortiva.Estamos viendo vidas salvadas y maternidad restaurada todos los días.
Creemos que las mujeres tienen derecho a retirar el consentimiento del aborto químico y nunca deben ser obligadas a completar un proceso médico que ya no desean. Todos los días, las mujeres tienen una segunda oportunidad de elegir la vida para sus hijos. ¡Y es asombroso y hermoso!»
La buena noticia es que Annemarie no tiene por qué vivir con la pregunta que le atribuyó a su hijo: «¿Por qué nació mi hermano y no yo?»
Debido a que buscó ayuda y encontró la APRN, la buena noticia también es que su hijo todavía está vivo y con su madre.
* Publicado por Sherri Pigue en Heartbeat Internatinal
