Actuall

La italiana Gianna Beretta prefirió morir antes que abortar y ahora está en los altares

Santa Gianna, patrona de las madres, médicos y ninos por nacer

Santa Gianna, patrona de las madres, médicos y ninos por nacer / AciPrensa

Hoy, 28 de abril, se celebra Santa Gianna, declarada patrona de madres, médicos y ninos por nacer, a quien el Beato Pablo VI describió como “una madre que, para dar a luz a su bebé, sacrificó la suya propia en una inmolación deliberada».

Gianna Beretta nació en 1922 en Magenta, ciudad cercana a Milán. Desde pequeña acompañaba a su madre a misa todos los días. A los 15 años, después de un retiro tomó el propósito de “mil veces morir antes que cometer un pecado mortal”.

Fue muy devota de la Virgen, tanto así que al morir su madre le dijo a María: “confío en vos, dulce Madre, y tengo la certeza de que nunca me abandonaréis”. Solía hablar de la Madre de Dios en sus encuentros con las chicas de la Acción Católica y en las cartas a su novio que luego fue su esposo.

Se hizo médico y con un firme propósito: “No olvidemos que en el cuerpo de nuestro paciente existe un alma inmortal. Seamos honestos y médicos de fe”. Por ello convencía a las embarazadas para que sintieran que sus hijos eran un regalo de Dios y, que por lo tanto, debían rechazar el aborto.

Después de discernir, vio que Dios la llamaba por la vida matrimonial y tuvo con su esposo tres hijos. Al comienzo del cuarto embarazo, tenía que pasar por una cirugía debido a un tumor ubicado en el útero, pero ella pidió que se preocuparan por la vida de la criatura.

Se negó a que le practicaron un aborto

La Santa rechazó someterse al aborto “terapéutico” que le proponían los médicos, y la extirpación del fibroma. Optó por no recurrir a esta práctica . Fue intervenida y logran salvar a la bebé. Meses después, antes del parto, afirmó: “si hay que decidir entre mi vida y la del nino, no duden; elijan -lo exijo- la suya. Sálvenlo”.

Dio a luz a su hija el 21 de abril de 1962. Sin embargo, Santa Gianna no quedó bien y el 28 de abril con fuertes dolores y repitiendo “Jesús, te amo; Jesús te amo”, partió a la Casa del padre con 39 años de edad. Fue canonizada por San Juan Pablo II en el 2004.

*Articulo original publicado por AciPrensa.

Comentarios

Comentarios

Salir de la versión móvil