Un grupo de voluntarios de CitizenGO está presente en Nairobi con motivo de la celebración de la Cumbre de Población y Desarrollo de la ONU, donde se está intentando seguir la senda de la cita con el mismo objetivo celebrada en El Cairo hace 25 años: aborto, contracepción y adoctrinamiento de género.
Frente a esta imposición, CitizenGO convocó una manifestación a las puertas del recinto donde está teniendo lugar la cumbre, donde no se permite entrar a ninguna ONG que tenga entre sus valores la defensa de la vida, la familia, la libertad frente a las imposiciones ideológicas de la izquierda, etc.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLuis Losada, editor de campañas de CitizenGO, acude con la responsable de esta fundación para África, Ann Kioko a la concentración y explican ante los medios que esta conferencia no representa a muchos porque sólo trata de extender el negocio del aborto -la muerte cruel e inhumana provocada de un ser humano durante su etapa de vida prenatal- en todo el mundo.
La concentración llama la atención de las fuerzas de seguridad kenianas. Son policías de Kenia, no bobbies ingleses desarmados. Llevan grandes porras de madera y armas largas, chalecos antibalas, etc.
Tal y como ha narrado Luis Losada en un mensaje remitido a los seguidores de la plataforma que ha reunido más de 100.00 firmas contra esta cumbre exigiendo al gobierno keniano que no la respalde, en un momento dado de la concentración «la Policía empieza a ponerse nerviosa y llama por teléfono. De pronto llega un oficial e interrumpe una entrevista de mi compañera Ann Kioko».
La conversación sigue así, según detalla Losada:
– Tienen que irse.
– Por qué, nos estamos manifestando pacíficamente y no estamos causando problemas a nadie.
– Aquí no se pueden manifestar.
– Estamos defendiendo el derecho a la vida de estos bebes (dice señalando los muñecos de bebés que habíamos llevado).
– ¡Lo que están haciendo está mal!
– Nos estamos manifestando pacíficamente…
El agente levanta la porra e intervengo yo:
– Oiga, ¿qué es lo que estamos haciendo mal?
– ¡No pueden manifestarse justo aquí!
– Es que es justo aquí donde queremos manifestarnos para hacer oir nuestra voz ya que no nos han dejado entrar.
– Tienen que irse, está mal lo que hacen.
– ¿Puede decirme qué es exactamente lo que estamos haciendo mal?
– No voy a discutir con Ud, tienen que irse ahora (Y me levanta la porra en señal amenazante).
Así las cosas, Losada y Kioko, junto al resto de manifestantes, se alejan porque no hay seguridad de que la tensión no acabe estallando de la peor manera.
«Yo me fui gritando que no nos iban a silenciar, que íbamos a seguir defendiendo el derecho a la vida siempre y en cualquier lugar y que lo que acabábamos de vivir era un atropello, un abuso de poder y una violación de la libertad de expresión«, relata Losada, que confiesa a continuación: «No sé de dónde saqué tanto coraje».
Lo sucedido no es más que un reflejo de la censura que se aplica en el interior de la cumbre: «Una fuente interna nos confirmó que tienen una política interna para aceptar a algunas ONG y a otras no. Eso explica que ninguna ONG amiga haya sido aceptada para intervenir», resume Losada.
Sin embargo, Losada ha conseguido entrar en la conferencia, donde se ha abogado de forma constante por «un enfoque holístico que abarque educación, atención social y sanitaria universal y presupuesto». O, como traduce Losada: «Debemos concentrarnos en la educación sexual integral, anticoncepcionar a la población femenina, luchar contra la masculinidad tóxica y asegurarnos de que toda mujer que quiere abortar lo haga en condiciones saludables y de manera gratuita».