La mayoría de los abortos en La Rioja se realizan en centros privados de fuera de la Comunidad, ya que en la región no existen abortorios privados para estas prácticas y, entre los centros públicos, sólo se pueden realizar en el Hospital San Millán-San Pedro.
Además, existe otra particularidad: todos los ginecólogos que trabajan en La Rioja se acogen a la cláusula de conciencia para no practicar abortos.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraA finales del pasado año la consejera de Salud, María Martín, del Grupo Popular, salió en defensa de la «libertad de conciencia» de los profesionales médicos riojanos para no practicar abortos y recalcó que «no se puede presionar» a ninguno de ellos, incluso por una cuestión legal.
Martín respondía así a una pregunta del Grupo Podemos en el pleno del Parlamento regional sobre la opinión del Gobierno autonómico acerca de las razones por las que el sistema sanitario riojano no practica abortos.
Martín: «No se puede presionar a quien rechace participar un aborto»
Existe disposiciones legales, amparadas por el Tribunal Supremo y por el Tribunal Constitucional, que avalan que «no se puede presionar a quien rechace participar un aborto», sentenció la consejera.
Frente a estas declaraciones, Natalia Rodríguez, de Podemos, criticó el que las riojanas que deciden abortar deben acudir a centros de Aragón o el País Vasco porque «todos los ginecólogos de La Rioja se aferran a la objeción de conciencia», según informó Efe.
Resulta «vergonzoso», señaló, que, en esa situación, «el Gobierno de La Rioja no haya trabajado por crear un equipo de profesionales que garantice que las interrupciones de embarazo se pueden realizar en esta comunidad», algo que cree «imprescindible» y ha pedido que «se busque una solución para no poner la ideología por encima de la libertad de las mujeres».
Por otro lado, cabe destacar que no se hacen abortos en centro públicos en Comunidades como Aragón, Castilla – La Mancha, Extremadura, Murcia y Ceuta y Melilla donde todos los profesionales que trabajan en hospitales públicos se han negado a realizar abortos.
