El 27 de junio el Congreso de los Diputados votó a favor de comenzar a tramitar la regulación de la eutanasia. Desde el PSOE, que fue quien llevó la propuesta a la Cámara, se aseguró de que sería una ley garantista y que las condiciones evitarían malas praxis.
Desde UPN y Partido Popular se les dijo que con la regulación se está dando paso a la teoría de la pendiente resbaladiza. Los grupos favorables a la eutanasia o el suicidio asistido siempre se ha negado esa teoría y tildándola de alarmista, pero el aborto, es un claro ejemplo de cómo esa teoría es muy cierta.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraY en el caso de la eutanasia, Holanda es un claro ejemplo de cómo la pendiente resbaladiza es real, muy real.
La comisión de control de la eutanasia en Holanda ha enviado un nuevo código de conducta a los médicos del país en el que destaca un punto importante, y que supone una novedad con respecto al código de 2015: «»Si un paciente quiere recibir la eutanasia, sus sufrimientos deben ser de naturaleza médica. Pero no tiene que tener obligatoriamente una patología terminal. La acumulación de dificultades típicas de la vejez –como problemas de visión, auditivos, osteoporosis, artritis, problemas de equilibrio, declive cognitivo– pueden causar sufrimientos insoportables sin perspectivas de mejoría. Si una o más condiciones causan al paciente un sufrimiento que este considera insoportable«, se debe autorizar la eutanasia.
El criterio es totalmente subjetivo, por lo que «lo que es soportable para un paciente puede no serlo para otro». El médico, por lo tanto, se convertirá en un mero ejecutor
Es decir, que los achaques propios de la edad ya serán motivos más que suficientes para solicitar la inyección letal y obtenerla.
Este nuevo código de conducta va más allá de la ley Vida Completa que debatió el Parlamento holandés, pero que quedó pospuesta al menos 18 meses, en la que se hablaba de que los mayores de 75 tendrían en derecho a obtener la eutanasia, aunque no tuvieran ningún problema físico ni psicológico. Con el nuevo código, no hará falta haber cumplido los 75 años, sino simplemente padecer alguno de los achaques típicos.
Además, leyendo el texto se ve que el criterio es totalmente subjetivo, por lo que «lo que es soportable para un paciente puede no serlo para otro». El médico, por lo tanto, se convertirá en un mero ejecutor.
Con este nuevo código de conducta la ley aprobada en 2002 se ha transformado, de manera que lo que eran «casos excepcionales«, con pacientes enfermos terminales, con una perspectiva de vida inferior a los seis meses, ahora se ha abierto a casi todo el mundo.
Esta modificación de facto de la ley se puede comprobar también en los datos. Desde que se aprobó la Ley de la Eutanasia en Holanda el número de personas que se han sometido a la eutanasia ha ido en aumento. De los casos de los que se tiene constancia, en 2002, 1.882 personas murieron tras aplicarles la eutanasia. En 2017, han sido 6.585 personas, más de 250% más. Esto supone que el 4,4% de los fallecidos en Holanda es por eutanasia.
Pero es que según un estudio de la New England Journal of Medicine titulado «Decisiones sobre el final de la vida en Holanda«, alrededor del 23% de los casos de eutanasia no se reportan, por lo que el número de fallecidos por esta causa sería todavía mayor.
